Un puñado de relatos miserables

Una colección de cuentos cortos

Fue escrita en el año 1999 por el autor argentino Marcos orowitz, El libro, se lanzó el 12 de junio de 2022 en la plataforma autoreseditores.com y mas tarde en Amazon, luego el monopolio fraudulento Amazon decidió retirar de sus estanterías virtuales los libros del autor por considerar que algunos de sus títulos contractaban con la política de turno, entonces la Editorial Vibras lo volvió a estrenar en una nueva versión remasterizada sin filtros, conservando la escancia de sus cuentos.

La obra consta de 35 relatos cortos que exploran los rincones más oscuros y perturbadores de la mente humana, así como los horrores que acechan en el mundo sobrenatural. Con un estilo ágil, directo y coloquial, el autor nos sumerge en atmósferas de Gore, demencia, perversidad, demonología, psicología de naturaleza espiritual, suspenso, crimen y acción, donde los protagonistas, narradores en primera persona, nos cuentan sus experiencias más escalofriantes, macabras y siniestras.

Un puñado de relatos miserables es un libro que no dejará indiferente a nadie, especialmente a los amantes del género de terror y a las nuevas generaciones, que encontrarán en estas páginas un reflejo de sus propios miedos, angustias y deseos. Se trata de una obra que desafía los límites de lo moral, lo ético y lo estético, y que nos invita a cuestionar nuestra propia naturaleza y la de la realidad que nos rodea.

Pequeño fragmento

Paciente 634

El gravísimo siniestro provocó la muerte de 78 personas y dejó heridas a otras 192, constituyendo uno de los peores incendios en la historia del país, superado posteriormente por el desastre de la discoteca República de Cromañon en 2004.

Chapita, era el paciente piromaníaco número 634 de la clínica Saint Emilien, un personaje oscuro, demente e iracundo al que su familia lo encerró cinco años atrás, luego de intentar incendiar por quinta vez la casa con todos sus hermanos dentro, un tendal de denuncia por parte de los vecinos archivadas en algún armario de la fiscalía de la ciudad, que resolvió sin pericias que el joven de 15 años debía permanecer encerrado en una clínica psiquiátrica bajo medicación diaria.

--Chapita amaba el fuego, y se encontraba plenamente consciente aquel día en el que las llamas se propagaron por el hospital, se había escondido en su celda justo en el momento del incendio, orinó sobre una manta se cubrió con ella y se tiró por debajo de la cama, el arribo de los bomberos al lugar de los hechos fue tardía, según se informó más tarde, las calles estaban cercadas por grupos sociales reclamado mejoras en los sistemas públicos.

--Los bomberos intentaban desesperadamente salvar a los pacientes y como no pudieron con la creciente llamarada decidieron romper todas las puertas y ventanas con la intención de que las víctimas salieran por allí, conscientes de que esa acción avivaría el fuego, decidieron que esa era la única escapatoria.

--Sin embargo, se encontraron con algo inimaginable que nunca confesaron por temor a ser tratados como locos, la presencia de lo que parecían ser entidades acechando en el interior del hospital, bailando en medio de las llamas de fuego, formando una barrera para que las víctimas no salieran, “era una locura” el solo hecho de imaginarlo, podía ser contradictorio en sus declaraciones postreras.

--Mientras tanto, algunos pacientes comenzaron a experimentar sensaciones extrañas y vieron figuras morfológicamente asquerosas  moviéndose por las sombras, causando horror y miedo, también comenzaron a escuchar extraños gritos y golpes que parecían provenir de la oscuridad, gemidos indecibles, llantos prolongados, risas descontroladas, los bomberos fueron testigos de esos eventos, señalaron que estos agentes del demonio, fueron los autores materiales de este agravante, pero sus jefes no permitieron que esta confesión saliera a la luz, la opinión pública iba a lapidarlos, era un insulto a la inteligencia de los peritos policiales que aseguraban que el autor material del siniestro era sin duda uno de los pacientes perturbados de la clínica a quien ya tenían identificado como un piromaníaco bastardo sin corazón.

--Entonces los bomberos hicieron silencio y decidieron hacer caso omiso, mantenerse fuera del asunto y dejar que las autoridades a cargo de las pericias dictaminaran mediante pruebas el veredicto que ese acontecimiento miserable merecía.

Una vez que el fuego arrasó con todo y la estructura del edificio quedó devastada; los peritos policiales iniciaron sus labores, lo primero que notaron fueron los signos de enfrentamientos violentos en el interior del hospital, y eso a raíz de que encontraron cuerpos mutilados de pacientes y trabajadores en los pasillos, con sus manos calcinadas ahorcándose los unos a los otros, con cuchillos y otros elementos incrustados en sus rostros y cuerpos, situaciones inenarrables, nunca antes experimentadas por los activos de la ley,  ya que encontraron a un camillero empalado analmente, con el mástil de la bandera argentina que salía por su boca.

--Chapita - era el único al que se le atribuía semejante delito y eso gracias a su historial macabro y a su desaparición misteriosa, siendo el principal sospechoso de los asesinatos dentro del psiquiátrico, se decía que las fuerzas oscuras, que habían acabado con el hospital, conspiraron desde un principio para liberar al joven de aquella prisión y esto lo supieron luego de leer un reporte archivado desde hace al menos dos años, donde un enfermero nocturno de nombre Luis Segovia narraba el suceso como un acto de locura sobrenatural y decía lo siguiente: en la recorrida interna de las 03 AM, escuché algunas voces provenientes de la celda número 21 dónde habita solo el paciente 634, de nombre Lucas Paniagua, alias Chapita, cuando me desplacé por el corredor y fui acercándome a la celda, sentí que no se trataba de una sola voz, había otra persona interactuando con él de forma verbal y en un idioma ininteligible, entonces me detuve a mitad de camino intentando comprender cómo demonios se había metido otro paciente en la celda sin que la guardia diurna lo notara, eso nunca antes había sucedido y toda la culpa recaería sobre mí, ya que había recibido el turno  con esa novedad y nunca lo había informado en el libro de guardia.

Enojado por la situación, me acerqué a la celda de forma violenta y lo que vi me dejó anonadado, paralizado sin poder actuar, el paciente 634 se encontraba sentado en el piso, ¿y frente a él la figura difuminada de una sombra oscura con apariencia de hombre, que sobresalía de la oscuridad en la celda, entonces cuando levanté la voz para preguntar qué demonios estaba pasando ahí? Sentí un golpe violento en el pecho que me estampó contra la pared de enfrente y perdí la razón, y eso es todo lo que tengo para decir sobre lo que sucedió aquella madrugada del mes de julio en el pabellón número 2.

--El departamento de investigación de la policía descartó esta declaración como prueba registrada, la tildaron de fantasiosa, infantil y poco profesional.

Creyeron que el enfermero estaba atravesando por un pico de estrés laboral y tampoco había forma de tomarle declaración ya que había sido uno de las 78 víctimas fallecidas recientemente.

--La historia de Chapita fue solo el comienzo de una serie de historias y relatos escalofriantes que surgieron sobre la clínica psiquiátrica de Saint Emilien, aquellos valientes que se atrevieron a investigar sobre los horrores que ocurrieron en aquel lugar, dejaron de hacerlo en cuanto se encontraron con algo que sobrepasaba su razonamiento humano y se convertía en sus más terroríficas pesadillas por las noches.

--Se necesitó de tiempo, mucho tiempo para que los bomberos y oficiales de la policía, recuperaran la cordura, no fue fácil para el estado mantener callados a todos, por aquellas épocas las cadenas televisivas eran controladas por los gobiernos de turno, y fueron ellos los que evitaron hacer contacto con los sobrevivientes más despiertos que deseaban transmitir los verdaderos acontecimientos de esa catástrofe.

--Hasta el día de hoy, la clínica psiquiátrica permanece abandonada, con las marcas del incendio y las cicatrices de un pasado tenebroso aún presentes en el interior de sus paredes, muchos investigadores, psíquicos y paragnostas, aseguran que aún se pueden escuchar los lamentos de los pacientes y de las entidades que aún habitan en aquel lugar, y que es un lugar en el que ningún ser humano debería atreverse a ingresar jamás, ni siquiera para intentar conectar por medio de la psicofonía.

--Después de los horrores en la clínica psiquiátrica de Saint Emilien, se descubrió que Chapita había logrado escapar de la escena del crimen en el caos del incendio sin dejar rastro de su paradero, los investigadores sitiaron la casa de sus padres y familiares por meses y no hubo caso, el tipo había desaparecido, pero pronto comenzaron a aparecer informes de incendios que tenían el sello distintivo de su firma, demencia, misterio y maldad.

--Chapita era hábil en el arte de la piromanía, y su habilidad para elegir su siguiente sitio para prenderle fuego dejaba a la policía confundida y frustrada, a menudo, escogía edificios abandonados, almacenes antiguos y lugares que se encontraban en las zonas más marginales de la ciudad, lo último que se supo fue qué acabó con un depósito fiscal en las cercanías del puerto, el personal de prefectura dormía como siempre y cuando despertaron se encontraron envueltos en llamas y sin poder hacer nada.

--El rumor se extendió rápidamente en Buenos Aires: Chapita estaba suelto y buscando desesperadamente lugares para incendiar, las calles estaban llenas de rumores y supersticiones sobre este personaje siniestro que parecía no tener ningún tipo de limitación, el miedo comenzó a sentirse en todos los hogares, las noticias alimentaban a los ciudadanos con esta película de terror durante todo el día, podías escuchar su nombre en todos lados, la policía intensificó sus esfuerzos para atraparlo, pero Chapita parecía estar varios pasos por delante de ellos en todo momento, con cada incendio, la ciudad se sumía en el caos y la confusión, y los ciudadanos se sentían cada vez más indefensos y aterrorizados, hubo por cierto algunos piromaníacos que se atrevieron a salir del closet e imitaron al perpetrador, pero rápidamente fueron detenidos con la ilusión de que fuera a quien buscaban,  pero eso no sucedió, subestimaron al joven piromaníacos que aprovechó ese instante de confusión para incendiar un restaurante en el barrio de la recoleta, la  ciudad de los ricos,

--A medida que pasaban los días, las guardias policiales se volvían una vista común en las calles de Buenos Aires, especialmente durante la noche, muchas personas comenzaron a reforzar las puertas y ventanas de sus hogares y quiénes no podían pagar por más seguridad, apilaban muebles y sillas contra las puertas para evitar que entrara cualquier persona extraña, sin embargo, Chapita parecía estar disfrutando de su libertad, los rumores de que había formado una especie de culto alrededor de su figura parecían no tener fin, se decía que estaba rodeado de otros piromaníacos misteriosos y que estaban formando una especie de ejército para acabar con la ciudad entera.

--Los informes de incendios en la ciudad continuaron, aunque la policía parecía estar cada vez más cerca de atrapar al lunático eso no sucedía, entonces los ciudadanos comenzaron a preguntarse si realmente esa era la solución, o si quizás debían aceptar la presencia de este siniestro personaje en su ciudad para evitar que la maldad posesionara a todos.

Chapita se convirtió en una leyenda urbana de Buenos Aires, un símbolo de lo desconocido y lo peligroso en las calles de la ciudad, muchos temían que nunca fueran capaces de escapar de su influjo tenebroso, y las sombras de sus incendios continuaron persiguiendo a la ciudad años después de que desapareciera.

--A medida que pasaba el tiempo, los ataques de Chapita se volvieron más violentos y aterradores, los lugares que solía elegir ya no eran edificios abandonados, sino que también incluían lugares concurridos, como parques, centros comerciales y lugares públicos.

--Las personas estaban aterrorizadas, se temía un alerta nacional seguido de un estado de sitio, la ciudad estaba sumergida en el caos y la paranoia, y las noches largas y oscuras se volvieron más espeluznantes que nunca.

--Entonces los ciudadanos salieron a las calles armados, y fueron tantos que las autoridades gubernamentales temieron una rebelión, y esa acción fue el punto de inflexión en todo este asunto, porque sucedió que cuando todo parecía perdido un grupo de hombres hizo una detención al azar en un edificio en construcción en el centro de la ciudad y al entrar, encontraron a joven rodeado de velas negras y una especie de círculo dibujado a tiza en el piso, la guardia ciudadana intentó detenerlo, pero el joven poseso con el rostro desencajado, dio un salto magistral a una pared de tres metros y logró escapar, más tarde observando una de las  fotos comprendieron que se trataba de chapita.

--Desesperados por encontrar una solución, y evitar un estado de sitio, los ciudadanos iniciaron una operación de vigilancia las 24 horas al día para detenerlo en su próximo ataque, pero antes de que pudieran hacer algo, ocurrió algo aún más aterrador, una noche, un grupo de patrullas urbanas recibió la llamada de un ciudadano alertando un bullicio extraño cerca de su domicilio, entonces cuando la patrulla arribó al lugar descubrió..."Consigue el libro"

Cuentos de la obra

• Venganza a la mexicana
• Todos estamos conectados
• Sucedió en el barrio chino
• Paciente 634
• Nadie llorara por ti Agatha
• La reunión
• La mejor decisión
• La herencia
• Hasta el último hombre
• En su propia trampa
• El ultimo latido
• España el culo de Europa
• La muerte de unos vendedores
• El viejo Charly
• Contagio
• Pura maldad
• La gesta del marrano
• De su propia medicina
• Talento para la destrucción
• El hacker
• Yo el vampiro
• No juegues con el amor
• Me gusta el fuego
• Algo se rompió dentro de mi
• Todos están observando
• El espejo
• El tatuaje
• Déjame entrar por tu boca
• La maldición
• La venganza
• Abducción
• La muerte de un político
• La herencia
• El robo
• Enterrado vivo

“Un puñado de relatos miserables” fue publicada el 7 de Julio del 2024 por la editorial Vibras y está disponible en una variedad de formatos para satisfacer las preferencias de todos los lectores, incluyendo E-book, audio y papel de 267 paginas La novela ha trascendido fronteras, con traducciones a 25 idiomas, lo que refleja su alcance global y permite a una audiencia internacional experimentar este viaje a través del terror psicológico, todo bajo la pluma del talentoso autor argentino Marcos Orowitz.”