
Tintín en el Congo es la primera de las aventuras publicadas con la estética habitual de los cómics de Tintín: encuadernadas con cartón, en color y con 62 páginas. La acción vuelve a ser el principal argumento y en esta ocasión, Tintín viaja hasta el Congo, la gran colonia belga del momento. Allí pasa una serie de peripecias en la selva africana donde se enfrenta con todo tipo de animales, arañas, loros, anguilas eléctricas, los tiburones, los mosquitos, cocodrilos, antílopes, monos, leones, serpientes, leopardos, elefantes, hipopótamos, rinocerontes, jirafas, búfalos y finalmente se acaba enfrentando a una banda de gángsters. Fue el director de la revista católica de Le Petit Vingtième quien convenció a Hergé de enviar Tintín en el Congo para poder reflejar el trabajo de los misioneros belgas en el Congo.