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El pecado favorito de los ricos y famosos[]

El pecado favorito de los ricos y famosos

Una antología de terror Pedófilo escrita en el año 2014 por el autor marcos orowitz y remasterizada en el año 2024 por la escritora juvenil Martina olivera. ¿Qué se esconde detrás de las glamurosas vidas de las élites del mundo? ¿Qué oscuros secretos y pasiones guardan bajo sus máscaras de éxito y poder? En esta colección de relatos escalofriantes, nos revela las terribles consecuencias de los siete pecados capitales que corrompen el alma de los ricos y famosos.

Cada historia está narrada por un demonio diferente, que se deleita en exponer y castigar los vicios de sus víctimas. Con un estilo ágil y envolvente nos sumerge en escenarios de terror, lo psicológico y lo sobrenatural, donde los personajes se enfrentan a sus propios demonios y a los de los demás. Desde el poderoso magnate que sucumbe a la avaricia, hasta la estrella de cine que se consume por la envidia, pasando por el líder político que cae en la ira, nadie escapa al juicio de estos implacables narradores. El pecado favorito de los ricos y famosos es una obra cruda visceral que nos hará reflexionar sobre la naturaleza humana y los peligros de dejarse llevar por las tentaciones. Una antología de terror macabro que nos muestra el lado más oscuro y perverso de la sociedad.


Cuentos de la obra

  • 1.- Me gustan los niños

Se omiten detalles, por cuestiones de lógica. pero créeme si te digo que en este cuento todos los pedófilos mueren como ratas.

  • 2.- deberíamos vender su cuerpo

Un matrimonio joven y pobre decide vender el cuerpo de su hijo recién nacido a una secta satánica que ofrece una gran suma de dinero, sin embrago al llegar al lugar del intercambio, se dan cuenta de que la secta planea sacrificarlo en un ritual, el padre arrepentido intenta revertir la situación pero esa muestra de razonamiento humano desatará la furia de los demonios quienes no lo dejaran salir con vida de aquel lugar...

  • 3.- "Soy un político, nadie lo sabrá jamás"

Un político corrupto y ambicioso, se involucra en una red de trafico de órganos, aprovechando su influencia y poder para obtener beneficios ilícitos, sin embargo un paparazzi de vocación descubre su secreto y lo amenaza con revelarlo al publico, el político desesperado envía un sicario a darle muerte, pero el plan sale mal cuando un desconocido entra en escena y la historia da un giro de 180 grados..

  • 4.- Hollywood es mi escondite favorito

deberíamos reflexionar y comprender porque un demonio de nombre Olumm relato este cuento macabro!

  • 5.- La isla de las lolitas

¡Soñaban con ser modelos, soñaban con ser famosas y ricas, entonces viajaron a esa isla, el les prometió que serían tratadas como huéspedes, pero nada de eso fue verdad! porque una horda de ancianos sedientos de carne fresca esperaba por ellas, entonces alguien cerro las puertas y la fiesta comenzó...

  • 6.- Tengo una piedra en el zapato

Peter se creía el tipo malo del barrio, el que hacía temblar a todos con solo mencionar su nombre. Era un miembro de un cartel mexicano que operaba en las calles de Nueva York, y le gustaba alardear de su poder y su crueldad. Pero un día, todo se torció. Alguien lo acusó de ser un soplón de la policía, y el cartel le declaró la guerra. Así empieza esta historia, con Peter huyendo como una rata por los callejones sucios de la ciudad, perseguido por la mafia y la muerte…

  • 7.- deberías unirte al club...

Lucas estaba cansado de su vida, de su trabajo, de su familia, de todo. Sentía que no tenía sentido seguir viviendo, que nada le importaba. Un día, recibió un extraño mensaje en su celular: “Deberías unirte al club… somos un grupo de personas como tú, solo que llevamos en nuestro haber innumerables vidas y muertes, hemos sido traídos a esta realidad tantas veces que olvidamos la cuenta”. Lucas sintió curiosidad, y decidió responder. No sabía que acababa de entrar en contacto con una secta de asesinos que jugaban con la reencarnación, y que lo harían su próxima víctima.

  • 8.- Los siete pecados capitales 👈Aquí el mejor -- todos los millonarios del mundo del espectáculo GOAT 🐐

No puedes escapar de ellos. Están ahí, en lo más profundo de tu mente, acechando, esperando el momento oportuno para manifestarse. Los siete pecados capitales...están en tu cabeza mi querido amigo. ¿Qué harás cuando la soberbia te haga creer que eres superior a los demás? ¿Cuándo la envidia te consuma por lo que otros tienen y tú no? ¿Cuándo la ira te ciegue y te impulse a hacer daño? ¿Cuándo la pereza te paralice y te impida avanzar? ¿Cuándo la avaricia te haga codiciar más y más sin importar el costo? ¿Cuándo la gula te lleve a devorar todo lo que encuentres a tu paso? ¿Cuándo la lujuria te haga perder el control y te someta a tus instintos más bajos? ¡No puedes negarlos! Son parte de ti, de tu naturaleza humana. Pero también son tu perdición, tu condena, tu infierno. Los siete pecados capitales...están en tu cabeza mi querido amigo.

  • 9.- Un negocio que mueve millones de dólares

No te atrevas a interferir, porque acabarás como el resto de ellos: dos metros bajo tierra. ¿Crees que denunciando a los gobiernos ocultos serás un héroe? ¡Pues te equivocas! Solo serás una víctima más de una conspiración que no tiene límites ni piedad. Descubre la verdad detrás de este cuento de terror macabro y codicia.

  • 10.- No sabes a quien sirvo?

Coloquio fulminante y atrevido, irónico y macabro. ¿Tienes miedo? Pues entonces, él te contara un cuento que jamás olvidaras.

  • 11.- El degenerado una historia breve que promete dejarte con la boca abierta, sobre todo cuando comprendes que con un puñado de billetes y muchas conexiones políticas eres intocable.
  • 12.- mírame a los ojos veras lo que soy

No deseo asustarte, pero en este cuento podrás conocer el relato de un sujeto que asegura haber presenciado el asesinato de 5 mujeres en un convento católico, luego de ser violentadas en todo el sentido de la palabra, por una horda sedienta de aspirantes a la gracia divina. sus cuerpos aún permanecen debajo de una plantación de rosas y jazmines.


Cuento numero 1: Me gustan los niños

Colaboradores: Esther Gramajo and Arianna Sandres para toda la comunidad

Pagina 8 al 18

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The favorite sin of the rich and famous All rights reserved USA

La pedofilia, esa “atracción especial” que algunos adultos sienten hacia niños y adolescentes, se presenta día tras día como una sombra inquietante en todos los rincones de la sociedad. Qué irónico, ¿no?, El abuso infantil señoras y señores puede florecer en cualquier lugar: en familias, comunidades o en esos venerados recintos educativos, culturales y religiosos. Y, claro, la Iglesia Católica no podía quedarse atrás en este sombrío espectáculo. Sin estadísticas oficiales a la vista, varios estudios han indagado en el oscuro universo de sacerdotes alrededor del mundo. Por ejemplo, se estima que más de 10.000 niños han sido víctimas de los abrazos “amorosos” de sacerdotes pedófilos en Francia desde la década de 1950, según un informe de la Comisión Independiente sobre Abuso Sexual en la Iglesia (Ciase) publicado en junio de 2020. Un dato que, sin duda, debe haber hecho que muchos se sientan muy cómodos en sus asientos.

Y como si el circo no fuera suficientemente macabro, un año antes de esta revelación escalofriante, el Vaticano reforzó su norma de que los sacerdotes no pueden delatar lo que se confiesa en el confesionario. Todo un ejemplo de cómo proteger a los inocentes, especialmente en respuesta a iniciativas en Australia y otros lugares que buscan obligarles a hablar en casos de abuso sexual. ¿Quién puede resistirse a tan gloriosa defensa de la "confidencialidad"?

En este maldito cuento sanguinario, tan real como el aire que respiras, voy a revelarte cómo, en el seno de una institución católica, se gestó una de las aberraciones más despiadadas que jamás hayas imaginado. No es mi intención asustarte ni sumergirte en este universo terrorífico donde la insensibilidad humana se convierte en la norma. Mi objetivo es que conozcas la verdad, y solo la verdad, a pesar de que este libro probablemente sea censurado por esos viejos meados que controlan el tráfico literario en el mundo. Es imperativo que tú y todos los que están despiertos comprendan cómo el ser humano gestiona esa oscuridad macabra en su interior y quiénes son los que intentan ocultar esta debilidad perversa que, lamentablemente, buscan normalizar en países como Estados Unidos.

No vamos a caer en el jueguito maquiavélico que presenta a Dios y a Satanás como protagonistas de una lucha espiritual. ¿Te das cuenta? La figura de Dios, tan venerada por los religiosos, se revela como un tirano, un bastardo al que le gusta la sangre mucho más que a su contrincante. Vamos a desmenuzar estos relatos tal y como han sido concebidos, pues, evidentemente, el único protagonista aquí es el ser humano. De él provienen todas estas fantasías que desembocan en la irracionalidad.

Mientras creaba este libro, sentí la necesidad de mencionar la amarga rutina inconfundible en la que viven sometidos los seres humanos; atrapados en el sistema como ratas en una alcantarilla apestosa, condicionados por un mundo donde el capitalismo es el rey. Y es que, al caer la noche, cuando la infelicidad se cierne sobre ellos, Internet y la caja boba les tienen preparadas sus tentadoras propuestas. Como en la más aterradora de las historias de horror, el escape del terror cotidiano se convierte en la dulce trampa de la distracción.

Sin mas mis queridos lectores, envío mis saludos cordiales; desde aquí un oscuro dormitorio del pequeño apartamento en el que resido, son exactamente las tres de la mañana, la hora perfecta para desarrollar una narrativa vinculada al terror.

Todos los días, al amanecer, salíamos al patio en fila. El padre John revisaba minuciosamente nuestro aspecto físico y uniforme. Siempre había alguien a quien se le olvidaba ajustar la corbata, acomodar el cuello de la camisa o ponerse las dos medias. Esa negligencia no pasaba desapercibida, y el desafortunado era separado de la fila y enviado a la dirección con un propósito siniestro. Si el Vicario de Dios estaba algo deprimido, el castigo podía ser simplemente una reprimenda menor: recitar la parábola del sembrador en penitencia, con el rostro frente a la pared, mientras él acariciaba su pene lentamente. Pero si el padre estaba de buen humor, lo podíamos intuir en su rostro; te tomaba de la mano como si fueras su amante y te conducía a su oficina. Cerraba la puerta con llave y se arrodillaba, comenzando a practicar sexo oral de la forma más salvaje que puedas imaginar. A veces, no podía contenerse y, cuando sus presas eran los más pequeños, los hacía acostarse boca abajo sobre el sillón y abusaba de ellos por horas.

Luego, aparecían las hermanas de la fe con sus elementos de limpieza, entrando en escena con las cabezas gachas. Ellas sabían bien lo que sucedía allí, pero eligieron el silencio. Su complicidad las llevó a ser juzgadas frente al pabellón de los abusados y sentenciadas a ser enterradas vivas en el jardín de rosas que el padre John cuidaba con tanto esmero, “el vicario de Dios”.

Yo nunca pedí estar en esta escuela de pupilos, “Los varones de la fe”. Mi sueño era ser un chef internacional, viajar por los continentes, cocinar para celebridades, empresarios, ¡quizá para los excéntricos de la corona! Siempre había imaginado que mi padre, quien dictaba la vida y el destino de todos en mi hogar, sentenciaría mi infancia a la corte de la cruz con un autoritarismo déspota y anacrónico, rastros miserables de una época oscura, desconectados de los sentimientos básicos que cada individuo necesita para desarrollar sus capacidades emocionales. Esta generación de viejos estereotipos machistas, que sin títulos se autoproclamaban caballeros forjadores del espíritu humano, eran a quienes las juventudes debían enfrentar constantemente para que sus sueños no fueran aplastados por los designios que imponían sobre los futuros ciudadanos.

En mi caso, no tuve opción. Mi madre era la típica mujer de hogar, limitada a las tareas domésticas, y mis hermanos aceptaron sin resistencia la única alternativa que ofreció mi padre. Así, seguí sus pasos y me embarqué en esa travesía marcada por los dueños de la vida ajena, ingresando al colegio “Los varones de la fe”, una escuela de educación cristiana católica de internado. En familias de alta sociedad, era habitual entregar a uno de sus hijos para servir a la cruz; algunos pensaban que era un acto de purificación por los pecados del pasado, otros lo veían como un ritual de una secta dentro de las iglesias. En mi caso, creía que todo derivaba de la máxima ignorancia humana. Pero, teniendo solo nueve años, No tenía mucho que aportar, y si alguna vez sentía la intención y el valor de cuestionar esas decisiones, la figura de Dios, que utilizaba a quienes nos rodeaban para aplicar su sanción celestial, se aseguraría de que sufriéramos severamente. "Los varones de la fe" era un colegio compuesto exclusivamente por un personal con el sello de la iglesia; ningún laico intervenía en las actividades escolares, salvo el conserje y el cocinero. Todos los demás eran representantes de la fe: una docena de monjas se encargaba de la disciplina, mientras que los sacerdotes actuaban como maestros en las aulas. En la dirección, estaba el aclamado padre John, conocido como el Vicario de Dios. Lo llamo “aclamado” porque había recibido el premio a la garantía de valores humanos, otorgado por el ministerio de educación de nuestro país. Este título lo había consagrado en los medios de comunicación como una revelación y un ejemplo a seguir, incluso participó en eventos patrocinados por la Santa Sede en Europa, representando a la juventud del continente americano, siendo elegido por unanimidad en múltiples ocasiones.

Durante años, el padre John se destacó como una joven promesa y un héroe del marketing, beneficiando a las instituciones religiosas que luchaban por recuperar su influencia debido a constantes denuncias de obscenidad. Originario de Michigan, Estados Unidos, ingresó a la orden a los 13 años y luego se graduó como abogado y profesor de educación cívica. Fue astuto al acercarse a las juventudes cristianas que asistían mensualmente a las misas al aire libre en los parques, con la intención de convertir a los jóvenes perdidos en las calles.

Su redil creció y creció, pues John era un entusiasta que irradiaba alegría con la firmeza y confianza de sus palabras. Los gobiernos, respaldados por las religiones, vieron en él una solución a su problema: la falta de confianza del pueblo en los fundamentos de Dios era inminente, y necesitaban un representante carismático que pudiera reconectar con las almas errantes.

Pronto, el padre John fue invitado a espectáculos organizados por la Santa Sede en varias localidades del país, donde rápidamente captaba la atención de todos los presentes, incluyendo políticos y empresarios devotos que asistían con sus familias. Esto lo llevó a participar en misas radiales y televisivas, que comenzaban a ocupar un espacio en el mundo del espectáculo, ganando así una audiencia cada vez mayor y desplazando los horarios menos populares.

Consolidada su fama, la Santa Sede le confió la vida de los jóvenes estudiantes del colegio "Los varones de la fe", situado en la costa este del país, una institución con gran reconocimiento en la comunidad cristiana de Nueva York. Consciente de la urgencia de una figura fuerte y conciliadora capaz de manejar los desafíos de la juventud varonil, John aceptó el trabajo de director del instituto. Prometió cuidar de cada uno de los pupilos internados como si fueran sus polluelos, fortaleciendo a los más débiles y enseñando a los más fuertes a resistir con inteligencia y astucia las oscuras artimañas del maligno.

Para celebrar la llegada de este aclamado Vicario de Dios, la institución organizó una cena donde se invitó a todos los padres de los alumnos, dándole la bienvenida al joven que seguía siendo tendencia en las redes sociales, tanto las religiosas como las seculares.

El primer año al mando de aquella institución se lo pasó viajando, impartiendo conferencias sobre la justicia de Dios y cómo las nuevas generaciones de fervientes cristianos se ceñirían con la espada del bien para hacer guerra en las regiones celestiales bajo el liderazgo del arcángel Miguel. Estas leyendas funcionaban en las mentes de los niños de décadas pasadas, pero en una época donde la tecnología y la ciencia, a través de la inteligencia artificial, luchaban ferozmente por erradicar la costumbre cavernícola y precámbrica con la que los dogmas interfieren en la evolución de la raza humana, esos cuentos de hadas y milagros carentes de bases científicas carecían de sentido.

Durante la siguiente temporada, la presencia del padre John se volvió mucho más tangible en los corredores de la escuela. En ocasiones, se adentraba en las aulas para conocer a todos los alumnos y, por un tiempo, se le vio involucrado en el trabajo de jardineros contratados por el instituto para transformar un espacio verde sin propósito en un pequeño rosedal que contrastaba con la imponente entrada al parque de actividades físicas.

De este modo, el padre John iba adentrándose poco a poco en el mundo estudiantil. Las viejas monjas y todos los profesores lo respetaban; su popularidad en el ámbito religioso era asombrosa y cautivadora. Se sabía que había participado en un proyecto personal con el apoyo inmediato de la alcaldía de la ciudad para abordar la creciente crisis de zombis adictos al crack y otras drogas en las calles de Filadelfia, particularmente en la avenida Kensington, donde muchos comerciantes, resignados y abandonados por las autoridades, habían bajado las persianas de sus negocios para siempre.

El vicario comenzó a relacionarse con los jóvenes durante los recreos, intentando inculcar la sana doctrina a aquellos que encontraban fumando en los baños. A veces, lo veía salir de los dormitorios en la noche. En ese momento, no imaginaba cuál era el verdadero propósito de sus visitas; pensaba que se comportaba como un guía que intentaba brindar apoyo emocional a los más afligidos. ¡Qué equivocado estaba! Aquel lobo disfrazado de cordero estaba liberando, poco a poco, la inmoralidad que había gestado en su época de estrella. Nadie iba a detenerlo.

La temporada siguiente fue tan conservadora como la anterior; todo lo que podría haberse desarrollado tras bambalinas permanecía encerrado en el armario de las habitaciones de los estudiantes más pequeños. Cuando el estado enviaba anualmente a dos asistentes para corroborar que todo funcionara con normalidad, el padre John se hacía cargo personalmente. Se mantenía a su lado durante las visitas a los estudiantes, asegurándose de que todo transcurriera con total normalidad, al igual que durante las inspecciones realizadas por la Santa Sede.

Una mañana, observando el inmenso jardín de rosas que el padre John había mandado cultivar, vi cómo comenzaban a germinar pequeños capullos blancos, rojos y amarillos entre las espinas. Entonces sentí una mano suave sobre mi hombro, acompañada de la pregunta: “¿Te gustan las rosas, muchachito?” Al mirar, vi al padre John mirándome fijamente. Respondí, “¡Claro, son muy lindas!”

Se acercó a mí, tomó mi mano derecha entre las suyas y, acariciándola, me dijo: “El Señor tiene grandes propósitos para nuestras vidas”. Como no soltaba mi mano, hice un movimiento para llevarla a mi rostro, pero él insistió y volvió a tomarla. Sentí sus manos sudorosas, que incluso parecían haber ganado temperatura, y a pesar del invierno, su frente también estaba cubierta de sudor. Esa conversación, teñida de acoso, fue interrumpida por el conserje, que venía a reportar un problema en el desagüe de la capilla donde dormían las monjas. Retiré mis manos del vicario y me despedí de él, deseándole que tuviera una buena jornada.

Quedé con una sensación rara, aunque limitada. Era solo un muchacho de 10 años y podía intuir el peligro, la desconfianza, el miedo e incluso la mentira. Sin embargo, atribuir acoso a este “ejemplo del testimonio de la Cruz” no me parecía del todo viable. No puedo negar que, al frotar las yemas de sus dedos en mi mano, logró incomodarme por completo. Pero lo primero que razoné en aquel momento fue: ¿cómo podía pensar algo así de este gran pregonero de conducta intachable? Apuesto todo lo que tengo a que, si hubiera hecho algún comentario en el grupo de amigos con quienes socializaba en el instituto, habría sufrido una golpiza inmediata y me habría convertido en blanco del bullying, convirtiendo mi estadía en ese lugar en una verdadera pesadilla.

Como tantos otros, guardé silencio, y ese silencio se convirtió en un ladrillo más en la pared del sigilo que todos habíamos construido, alimentado por nuestros temores. De alguna manera, estábamos desprotegidos, muy lejos del cuidado de nuestros seres queridos. Habían pactado con las tinieblas al entregar la educación primaria de sus hijos a una jauría de degenerados.

Creo que algo sucedió en la mente del vicario cuando se relacionó conmigo. Pensándolo fríamente, puedo afirmar que algo no andaba bien dentro de él. Llegué a esta conclusión la mañana siguiente, cuando, de repente, se presentó en el sector de las duchas. Estaba allí como de costumbre, cumpliendo con el horario de aseo, cuando escuché su voz fuerte y firme. Ordenó a los otros estudiantes que se encontraban bajo las duchas que salieran rápidamente. Hubo corridas apresuradas de pies descalzos al dirigirse a la salida. Cuando decidí asomarme para ver qué estaba sucediendo, fui sorprendido por detrás y arrinconado contra la pared. Traté de resistir, intenté gritar, pero rápidamente fui reducido.

Cubrió mi boca con su mano izquierda y, con su torso, contuvo mis intentos de escape. Su mano derecha se deslizó sobre mi pene y comenzó a masturbarme de forma salvaje, causando un dolor inmenso. Sentí su pene erecto sobre mi espalda baja, y luché para escapar en el momento en que intentó penetrarme con furia. Con su brazo izquierdo presionó mi cuello hasta que, en un instante, me desvanecí y perdí el conocimiento.

Cuando volví en sí, sentí un dolor indescriptible dentro de mí. Estaba boca abajo, sosteniendo el peso de su cuerpo sobre mis espaldas. El vicario de Dios me estaba violando. Estaba aferrado a mí con tanta fuerza que parte de sus uñas se incrustaron en mis caderas. Un adormecimiento en las piernas me impidió hacer fuerza para quitarlo de encima. El dolor y una marea de sentimientos de angustia colapsaron en mí, deseando la muerte, y entonces todo se oscureció nuevamente. Perdí el conocimiento una vez más.

Cuando recuperé el sentido, me encontraba desnudo en el piso, bajo el agua de la ducha encendida, con restos de materia fecal en mis partes íntimas y un dolor abrumador. En un llanto desgarrador, terminé de asearme y, cubierto solo por una toalla, con dificultad para caminar, fui directamente a la oficina del vicario para confrontarlo. Sin embargo, unas monjas me tomaron de los brazos y, cambiando abruptamente mi rumbo, me llevaron a la fuerza a un cuarto, que llamaban “la habitación del castigo”, en el subsuelo de la capilla principal.

Allí fui arrojado al piso y permanecí seis días desnudo, alimentándome solo de pan y agua. Las hermanas de la fe solían pasar por las mañanas para entregarme algo de alimento y preguntarme si ya había tenido suficiente, si había aprendido la lección. En los primeros días, decreté juicios de maldición sobre el vicario y sobre ellas, pero luego comprendí que solo podría salir de allí cerrando la boca y aceptando que nada había pasado.

Una tarde, de manera inesperada, el conserje se acercó a la habitación y preguntó detrás de la puerta si me encontraba bien. No quise dialogar con él; pensé que lo habían enviado para averiguar si hablaría con alguien sobre lo sucedido.

Cuando llegó el quinto día y me preguntaron si ya había tenido suficiente, si había aprendido la lección, mi respuesta fue: "Sí, aprendí la lección y nada sucedió aquí". Al día siguiente, me liberaron, pero me cambiaron de zona. Fui a parar a un pabellón habitacional donde estaban todos los que de alguna manera habían sido y eran abusados, niños más pequeños que pude reconocer de entre los salones y recreos.

De alguna forma, todos sobrevivimos en ese pabellón y naturalizamos el abuso. El vicario de Dios tenía un bufete de pequeños aperitivos a su disposición, degustando día a día. Estos manjares de carne fresca eran preparados y servidos puntualmente por las hermanas monjas de la fe, ex carmelitas descalzas cuya institución había cerrado tras ser allanada por la policía, que encontró un cuarto con elementos de tortura. Entiendo que más de una monja fue sentenciada a varios años de prisión y, ahora, tras 30 años, ha aparecido una orden similar en el estado de Texas.

Las monjas de este instituto ya contaban con antecedentes de abuso; el vicario no era un improvisado. Su secretario personal, el abogado Philip Bertold, eligió minuciosamente el personal que trabajaría en el instituto, extrayendo una copia de la lista negra de la Santa Sede, donde esos personajes eran los próximos en ser excluidos de la fe de no encontrarse un lugar donde pudieran redimir sus pecados.

El abogado y cada uno de los integrantes, excepto el conserje, habían abusado de alguien alguna vez. Quizá no con el mismo hambre y desesperación que demostraba el vicario John; en cuanto a las monjas, eran personas retraídas, obsequiosas, autómatas. Nunca las oí argumentar nada; se limitaban a seguir las órdenes del vicario al pie de la letra, sin objeción. Por las noches, se reunían en su pequeño pabellón, cerca de la habitación del castigo, donde algunos rumores de estudiantes hablaban de orgías sacramentales entre curas y monjas. Pero lo dudo; esas historias parecían salir de la imaginación de algunos estudiantes terriblemente excitados, que se masturbaban más de lo habitual hasta convulsionar en un mar de semen. En ocasiones, las monjas debían arrastrarlos a la habitación del castigo y atarlos a la cama, según ellas, para purgarse de tanta iniquidad.

Cuánta falsedad y mentira había en esta prisión sin salida. Algunos tenían prohibido masturbarse y leer material pornográfico, pero otros podían pasear por los corredores con el pene erecto, cubierto de semen. Y estas anécdotas no están en ningún libro de la biblioteca pública, exhibidas en el sector de aventuras para niños. No, estas historias permanecen escritas con sangre y dolor en los corazones de todos los que, de alguna manera, padecieron y nunca consiguieron justicia, ni del cielo ni de parte de los hombres.

Señores, si alguien conoce un cielo donde, después de veinte Padres Nuestros y quince Aves María, estas ratas que abusan de los niños son redimidas para reunirse con una especie de Dios, que hable ahora o calle para siempre, porque si me entero de tal lugar, subiré con un galón de gasolina a quemarlos a todos.

Estando en aquel pabellón, pude sentir el miedo en todos los niveles y también experimenté sentimientos como el suicidio, la muerte por inanición. Una noche, tras haber abusado de un niño de unos ocho años y escuchar sus gritos agonizantes que llegaban como susurros hasta las habitaciones, intenté ahorcarme uniendo algunos cordones de mis zapatos. Literalmente, lo coloqué en mi cuello y lo até a la puerta de un armario, pero cuando dejé caer mi cuerpo al suelo, el cordón se mantuvo un tiempo y luego cedió, rompiéndose y dejándome inconsciente durante algunos minutos, sin alcanzar la muerte. Como pueden imaginar, cada vez que intentaba suicidarme sin éxito, era arrastrado de los pelos a la habitación del castigo y nuevamente era sometido al padecimiento físico que el padre John sabía infringir con sutileza.

Esto me recuerda una tarde en que, encendido en cólera, me dirigí al jardín después de clases. Arranqué de manera imprudente un puñado de rosas y las arrojé frente a la puerta de la dirección. Digo "imprudente" porque esa hazaña heroica y justiciera hizo que las espinas se incrustaran en mis manos. Cuando encontraron ese delito imperdonable contra la belleza de la naturaleza, sonaron las campanas de la capilla. Todos los estudiantes fueron reunidos en el patio, haciendo fila, mientras el padre John, con lágrimas en los ojos, observaba nuestras manos extendidas. Dado que la situación se había vuelto pesada, quería mostrarle mi desprecio por su falsa humanidad hacia la naturaleza. Salí de la fila y levanté mis manos, aún con vestigios de sangre. Rápidamente, el padre John cubrió su rostro, se contuvo y se retiró. No quiso mostrar su verdadera esencia frente a los estudiantes más grandes; ellos no conocían estas aberraciones hasta ese momento. Pertenecían a un pabellón separado por muros, diferenciado en muchos aspectos; no habían sido abusados por el padre John, sino que eran de la camada del vicario anterior, que fue suplantado por un borracho. Además, estaban en el último año de curso, a pocos meses de irse para siempre de aquella cárcel religiosa.

Una monja me tomó de la mano y me llevó nuevamente a la habitación del castigo, para luego ser presentado ante el vicario a recibir el castigo conveniente. Cuando entré a su oficina, el padre John golpeó mi cabeza con una enciclopedia. Me redujo colocando mis manos en un grillete que estaba atornillado al piso y me despojó de mis ropas, quedando totalmente desnudo de rodillas. Tomó una varilla y comenzó a azotarme con fuerza. Aquella noche recibí 39 varillazos en todo mi cuerpo. Luego, entraron las hermanas de la fe; me vistieron y arrastrándome, temblando de dolor, me tiraron en la habitación del castigo.

La mayoría de los padres de esos alumnos del instituto religioso preferían no visitar a sus hijos. Según la recomendación del vicario, la ausencia de la figura paterna hacía que esos débiles pequeños se convirtieran en jóvenes fuertes. Su refrán favorito era: "De este establecimiento saldrán fuertes para afrontar el resto de su adolescencia con carácter y actitud". Mis padres tomaron esa recomendación al pie de la letra y, durante tres años, no supe nada de ellos. Algunos compañeros de cuarto eran visitados por sus madres al menos una vez al mes. Las visitas eran auditadas por una monja en cada mesa, observando y escuchando atentamente el desarrollo de las conversaciones.

Hace aproximadamente un año, hubo un niño en el pabellón de los abusados, llamado Isaías, que intentó comunicar a sus padres lo que realmente estaba sucediendo en el instituto. Sin embargo, fue advertido por una monja, quien lo tomó del brazo y lo llevó nuevamente al pabellón. Sus padres quisieron impedirlo, pero tras una larga charla con el vicario John y su abogado, se retiraron y no volvieron hasta la siguiente temporada. Se imaginarán lo que le sucedió a Isaías después de este intento de rebeldía, ¿verdad? Bueno, les contaré lo que pude intuir por experiencia propia.

Luego de casi un mes en la habitación del castigo, fue arrastrado por el corredor hasta la oficina del vicario para succionar su pene durante una hora. Después, le asignaron las tareas más duras, las que estaban a cargo del conserje: limpiar los retretes, pasar el lampazo por los pisos internos del instituto, cortar el césped. Y cuando llegaba la noche, las monjas lo sacaban nuevamente, arrastrado por el corredor, para continuar con la mamada nocturna.

Desde aquel día, todos los sentenciados al pabellón de los abusados se rindieron al silencio perpetuo, excepto yo, que me consideraba un rebelde. Como dije anteriormente, al no encontrar salida a esta tortura, utilicé más de una docena de métodos para quitarme la vida. Por alguna razón que en ese momento no entendía, la muerte rechazaba mi oferta.

Está de más decir que la ausencia total de mis padres provocó en mí un profundo aislamiento de los sentimientos que alguna vez disfruté. Quizá el padre John no estaba tan equivocado cuando mencionó alguna vez que de este establecimiento saldríamos fuertes para afrontar el resto de nuestra adolescencia con carácter y aptitud. Bueno, se podría decir que, de tanto intentar, di justo en el clavo.

Un día redacté una nota pidiendo ayuda, repasando rápidamente algunas de las atrocidades que se estaban gestando en el pabellón que todos los estudiantes conocían como Arcoíris, el pabellón de los niños problemáticos. Para nosotros, era el pabellón de los abusados. Con mucho valor, hice entrega de la nota al conserje y a uno de los alumnos del último año, sin importarme lo que pudiera suceder. Cuando se la entregué al conserje, él me miró y la metió de inmediato en el bolsillo de su camisa, continuando con sus labores. Sin embargo, cuando se la entregué al alumno de último año, me tomó del cuello, me arrinconó contra la pared y me advirtió que, si era una carta de amor, me iba a lamentar.

Quise explicarle que se trataba de un tema delicado, pero este personaje aturdido abrió con fuerza mi boca e introdujo la nota, hecha un bollo, hasta mi garganta, amenazándome para que la tragara. Un maestro presenció la escena y me quitó de encima a ese muchacho. Mientras intentaba comprender de qué se trataba ese pleito, no tuve más remedio que masticar con fuerza aquel papel, lubricarlo con saliva y tragar rápidamente.

Ambos fuimos llevados a la dirección, y yo preferí quedar como un pequeño enamorado de otro niño antes que se supiera la verdad. Sabía que la excusa del niño gay le daría al vicario de Dios una diferencia favorable hacia mí. Así que fue la primera vez que salí de aquella oficina sin cumplir ningún castigo. Exonerado de cargo y culpa, volví a mi pabellón rogando que el conserje no fuera un maldito delator y que la luz de la justicia divina lo hiciera reflexionar.

Pasaron los días y no vi un mísero cambio de actitud en el conserje. Entendí que se acercaban días difíciles para mí. El tipo estuvo junto a otros dos obreros cavando un extenso pozo contiguo al rosedal. Según parece, el padre John había ordenado extender su obra de rosas más allá de los límites del jardín para colocar en el centro una imponente fuente tallada a mano por un artesano italiano que conoció en uno de sus viajes. Todo este despertar de locura por la naturaleza de las rosas hizo que el parque de deportes cediera parte de su terreno.

Todos los años, en la semana de los ramos, la iglesia celebra el Día de las Juventudes Cristianas. El instituto suele contratar unos buses y movilizar a todos los alumnos del último año a un evento multitudinario, donde los jóvenes son los protagonistas y se celebra al aire libre en las inmediaciones de la ciudad capital. Todos los jóvenes de diferentes institutos religiosos se reunían en esta ceremonia, y durante algunos años, su anfitrión había sido el padre John. Los representantes de la Santa Sede en América del Norte quedaron tan satisfechos con su trabajo que decidieron hacerle vitalicia esa tarea anual.

Cuando todos los alumnos partieron rumbo al evento, el padre John aún se encontraba en su oficina, en una reunión con el grupo de monjas de mayor confianza. Él nunca viajaba con los estudiantes; lo hacía solo en su vehículo particular. Algunos niños del pabellón Arcoíris se encontraban jugando al fútbol en el parque. Yo me quedé observando ese partido, sentado en un banco. Divisé al padre John, muy bien vestido, preparado para asistir a su compromiso, pero fue interceptado por el conserje en el corredor, quien lo fue acercando mientras dialogaban frente a una montaña de tierra. Junto a ellos estaban los tres obreros que habían estado trabajando arduamente desde muy temprano en la profundidad de ese pozo.

De repente, en una especie de discusión ininteligible, por la distancia y los gritos de los estudiantes, pude observar los ademanes bruscos que el vicario hacía con ambas manos. Era como una amenaza verbal hacia el conserje. Luego, el grupo de monjas que lo asistía, más el personal de la cocina, se hicieron presentes en aquella escena bizarra; Nunca lo había escuchado hablar claramente al conserje, y en las pocas ocasiones en que logré oírlo, lo hacía de forma tan cerrada que no se entendía nada. Pero en aquel momento, su voz sonó diferente, casi agradable. Con un silbato llamó a todos los que nos encontrábamos allí e hizo llamar a todos los niños del pabellón Arcoíris. Cuando nuestras miradas se conectaron, me tomó de los hombros y me llevó al frente de todos los reunidos.

Metió su mano en el bolsillo de su camisa y sacó la nota que yo le había entregado una semana antes. Me la entregó y pidió que la leyera en voz alta y sin miedo. Rápidamente, el padre John intentó huir de aquel lugar, pero le cerró el paso uno de los cocineros, quien sacó de su cintura una cuchilla bien afilada. En ese momento, todos guardaron silencio y se mantuvieron quietos. Pude ver el miedo en el rostro del vicario; tragó saliva, como pidiendo a gritos que la tierra lo tragara. Sus palabras y títulos religiosos habían perdido poder ante la imponente amenaza que se alzaba frente a él. Más allá de estar acompañado por su séquito de monjas, era un insignificante hombre asustado, temiendo lo peor.

Mientras yo redactaba mi pequeño discurso de tormento, muchos de los niños comenzaron a llorar. Ese fue el punto de inflexión, el chispero que encendió el fuego de la ira en los hombres presentes. Tomaron a las monjas por los pelos y, con furia, exigieron que confesaran sus pecados por cada hecho de abuso que el padre John había cubierto. Al principio, ninguna quiso soltar palabra, pero el conserje tomó una pala del suelo, la levantó y, con un golpe seco, reventó la cabeza de una de ellas. Su cuerpo quedó rígido y se desplomó dentro del pozo, convulsionando de dolor. La sangre acumulada en su boca y nariz le impedía respirar mientras luchaba por sobrevivir.

Entonces el perpetrador grito con fuerza "¿Quien desea unirse a la zorra de Dios?" caminó unos pasos hacia adelante repirando furia, mientras un coro de gritos acusadores sentenció al padre John, y todas las monjas, en un frenesí de ecolalia, confesaron sus crímenes al unísono, creyendo que su arrepentimiento les garantizaría indulgencia divina. Pero no fue así. Todos los hombres presentes, salvo el cocinero que mantenía su cuchilla en el vientre del vicario, comenzaron a apalear a las monjas con una rabia desbordante. Fue un festival de sangre que se mezcló con el rocío de los aspersores que regaban la tierra. Las arrojaron al pozo, una encima de la otra. Los alaridos y sonidos de dolor invitaban a la muerte a este ritual de venganza.

Un festín sanguinario, libre de culpas, atraía a la oscuridad de la noche, a las huestes que murmuraban entre la muchedumbre, sedientas de sangre fresca. Con sus palabras retorcidas, debilitaban la figura de un Dios cuya inmensa misericordia pareció cerrar los ojos esa noche. Permitiendo así que las almas condenadas a la venganza se enfrentaran a la necesidad de redimir sus pecados antes de ser ajusticiadas por una horda enardecida.

Pero eso no sucedió ese Dios que tanto confesaban los religiosos nunca estuvo en este maldito lugar, no había espacio para él en esta cárcel de lascivia y abusos, ese ser omnipresente del que todos hablaban no era mas que el tirano de una novela de terror, que estos engendros utilizaban para atemorizar a los niños.

El vicario de Dios intentó pronunciar unas palabras en su defensa, pero en un acto de impotencia y rabia, tomé la cuchilla del cocinero y la hundí con todas mis fuerzas en su estómago. Su cuerpo empezó a temblar, cayó de rodillas, y entonces, con un movimiento desesperado, le perforé el cuello desde la nuca. La cuchilla quedó atorada en un hueso, pero con mucho esfuerzo logró ponerse de pie. sacudía su cabeza ¡como intentando aliviar el dolor! Cuando uno de llos estudiantes se acercó para liquidarlo de un golpe, el conserje lo impidió. Fue entonces cuando todos observamos, cómo el padre John abrió sus ojos y con una mirada de terror que se clavo en el cielo oscuro dejó caer su cuerpo dentro del pozo, sobre las monjas que aún sollozaban y gemían de dolor.

Durante toda la noche y hasta el amanecer, colaboramos para rellenar aquella tumba, colocando la fuente italiana en el centro del rosedal y retirando las rosas nuevas de las macetas para cubrir toda la tierra con ellas. Tal como lo había solicitado el vicario de Dios..

Puedes solicitar este libro si el primer cuento fué de tu agrado

“El pecado favorito de los ricos y famosos” fue publicada el 23 de junio del 2024 por la editorial Vibras y está disponible en una variedad de formatos para satisfacer las preferencias de todos los lectores, incluyendo E-book, audio y papel de 382 paginas, La novela ha trascendido fronteras, con traducciones a 25 idiomas, lo que refleja su alcance global y permite a una audiencia internacional experimentar este viaje a través del terror psicológico de la mano de Martina olivera y Marcos orowitz

Blocking is censoring
— Marcos orowitz 5.2.2025
Toda la corrupción y la maldad oculta detrás de la industria del entretenimiento es un espejo de la oscuridad que ciega al ser humano, impidiéndole ver la realidad en su esencia. Esta ilusión nos mantiene distraídos, inmersos en un ciclo interminable de entretenimiento superficial que busca sofocar la capacidad crítica del pensamiento. Por eso, abrir los ojos y comprender que este juego está diseñado para mantenernos en un estado de ignorancia es crucial. Solo al liberarnos de estas cadenas mentales podremos ver el mundo tal como es y trascender la superficialidad que amenaza nuestra esencia.

La idea filosófica aquí es similar a la alegoría de la caverna de Platón, donde los prisioneros solo ven sombras en la pared, creyendo que eso es la realidad. Solo al salir de la caverna y enfrentarse a la luz del sol pueden conocer la verdadera forma de las cosas. Es un llamado a la iluminación y a la liberación de la mente.

— párrafo del escritor marcos orowitz (Libro Lucero de la mañana) @LatinSpace
TODOS, ABSOLUTAMENTE TODOS NA INDÚSTRIA DE ENTRETENIMENTO DE HOLLYWOOD SÃO UMA MERDA... SÃO HUMANOS, PORTANTO PECAM DA MESMA FORMA QUE TODOS
— OSCAR PELARDIL
"La industria de la literatura lo censuró por este libro"

Este libro fue escrito en 2014 y dentro de todos los cuentos encontraras los nombres de muchos empresarios, empleados de la fabrica de sueños de Hollywood y para completar el convite del infierno, hasta un emisario de Dios y pilar de la iglesia católica, que presenció como lapidaban y enterraban a una monja en su época de estudiante a la gracia divina

— (Simon heffser)
all of us witnessed so much censorship!

Now how are they going to retract, or continue to hide everything, with wars and other issues?

— Amandé Circcé -- Yakima US
Al final toda la censura se trataba de estó, de un libro controversial que desafiaba los limites del poder
— Gaspar de la riestra/Puerto rico
"el autor un adelantado total"

Este libro fue escrito en 2014 y habla sobre Jeffrey Epstein, Puf Daddy y la basura de Donald Trump junto a ellos, negociando con el imperio de la muerte

— Valentina
all the rubbish of high society from show business in a book that will leave you with your mouth open and above all the story where the emissary from heaven, Mr. Jorge Bergoglio, appears.
— Daniela/California
Now I would like to see the faces of all those sons of bitches who hide in their social networks.

EVERYTHING CAME TO LIGHT LADIES AND GENTLEMEN The author was right, the POPE's garbage is missing.

— Bernad oghins/ London
nothing will ever remain hidden.....

They had the writer gagged, and now what are they going to invent? garbage

— Ariana/ Pensilvania
Lo más triste de todo esto es que el Vaticano nunca saldrá a la luz, esa cúpula del terror pederasta está protegida por los Illuminati.

QEPD Las monjas lapidadas por los aspirantes a la gracia divina.

— Robert Tellman
Il faut mettre fin à tout ce que ce putain de système veut nous imposer !
— Francis/ Paris
"el tipo sabia los nombres de Epstein, Puf Dady, Leonardo di caprio, Will smith, Tom Hanks, Beyonce y muchos otros más y el libro fue escrito en el año 2014 aparecen en el cuento los siete pecados capitales"
— LOIS A conecticut
Recomiendo porque esta basado en hechos reales, tan reales como el puto aire que respiras.

Falta el caso del Señor Jorge Bergoglio que también aparece en un cuento de este libro: donde en su época de aspirante a la gracia divina presenció como lapidaban a una monja, para después enterrarla debajo de una plantación de jazmines, Esperemos que la justicia saque a la luz todas estas aberraciones de la iglesia católica.

— Vincent Bugliatti NY
la historia del señor bergoglio EL PAPA es un tema que la justicia va a tener que investigar, pues todo lo que este autor dice en sus libros está saliendo a la luz.
— Martin F/San Antonio
Toda a censura é para encobrir a história real nos bastidores, eu quero saber o que o Vaticano tem a dizer quando esse velho pedófilo é investigado?
— Teodore/Rio Brasil
“OLD PEDOPHILE SONS OF BITCHES”
Catholic pedophiles
— TOM - Exeter
El escritor fue censurado por su libro titulado El pecado favorito de los ricos y famosos, publicado en 2014. Esta obra revela las atrocidades de abuso sexual cometidas por personajes influyentes de la época. ¿Cómo lo logró? El Vaticano está involucrado en este asunto, por lo que es muy probable que no ocurra nada y que la maldad continúe siendo parte de nuestra cultura como seres humanos.
— Raymond Phela
So everything he said in these pages was true? That is why it was censored, the system tried to cover the sins of its ill-born pedophiles, but the light broke through the darkness breaking the darkness.
— Monique Derek, Houston
I recommend it, the story of POPE Jorge Bergoglio is incomparable powerful and brilliant narrative
— CHARLY🍔
Ya no confiamos en el sistema literario,la politica y la puta religion tienes que mamar bien los huevos de unos viejos para poder sucumbir y dar el golpe, mejor vivir en el anonimato que vivir arrodillaado y llenarte la boca de chele
— Aretha Luz Maldonado❤️Uruguay
book used by the paparazzi in the United States to screw Sean Combs, what started out as a horror fantasy became a reality.
— DJ2024
The human entertainment industry sucks, everything will be fine dear friend if you align yourself with them, here we only see pedophilia, crime and politics unfold in the world in such a subtle way that when you open your eyes you find a war, that you never asked for...but that you have to suffer, no matter what.Bold
— Alphonse
That's right, friends, we see it day by day since the dawn of civilization these aberrations were always the order of the day and always, always with the Catholic Church and its entourage of pedophiles at the head
— Oman NJ
This will never come to light Mr. Bergoglio, supposed emissary of God, is a miserable old man and as satanic as the rest of the pedophile priests.
— Fell persgsic
Mr. POPE is a pedophile scum pedophile in the same way as all the religious bastards of the cupola of the damn Vatican.
— Barbra Sulleman- Mánchester
FUCKING pedophile and depraved pigs, slaves of Satan's empire and the filth of the system, oh of course it is! In recent times the good will be bad and the bad will be good.
— Olivia torn/ Munich
This world was, is and will be governed by diabolical and macabre forces that control the traffic of human desires and keep them stupid with superficial things.
— Gary/ UK
The systems are rubbish and we should block them completely.
B8C8
— Ebeline/ Ireland
Solo quisiera despertar un dia y descubrir en las malditas redes sociales e informativos, que toda la maldad del ser humano ha sido arraigada de este planeta, pero como estoy seguro de que eso no sucederá, me conformo con que la ley que supuestamente controla los actos perversos de los seres humanos, haga justicia de verdad
— Tomas- Barcelona
The disgusting old men who are behind all this filth are the same old men who control the world's economy and the activities of the citizens who inhabit it.

And let me tell you, they're not even human. This group is neither a conspiracy game nor a sect of scarers. "Look for information, you are on time"

— Demian Hills
This mobilization is a fight without equal, ladies and gentlemen...believe me I know it.
— Cristopher CA.
Este libro metió el dedo en la puta llaga de los ricos y famosos de hollywood y lo mas impactante que fue escrito en el año 2014, yo tuve la oportunidad de leerlo en el año 2017
— Simon Heffser
Tutta la spazzatura e la sporcizia che il sistema inserisce nella coscienza degli esseri umani serve a sostenere gli aborti e l’ondata del fottuto femminismo.

La religione è solo un collegamento disgustoso per condurre alle agende del futuro in cui si vuole che l’essere umano sia semplicemente uno zombie.

— veronika oldmann
um emoji vale mais que mil palavras, senhoras e senhores... isso é o que eu penso da igreja pedófila 🖕( -_- ) 🖕.
— Veronike---Rio
En el vasto océano de mentiras que he escuchado en esta vida, el discurso de un político se parece a la basura. Ambos son porquerías que desprenden un hedor similar y se descomponen con el tiempo. Sin embargo, mientras que la basura es simplemente desechable, el discurso político persiste, dejando una huella indeleble en la historia y la conciencia colectiva.”

-Del libro El negocio de la muerte Marcos orowitz

— bERTRAND uLISES (São Paulo)
Este libro me trajo de recuerdo a que vivimos al borde de la extinción, envió mis saludos al autor a quien conocí en mi país y es un caballero con todas las letras
— Clara Eva consuelo Cifuentes/Mexico DF
the two outstanding figures that appear in this book are that of Messrs. Stephen Hawkig and Jorge Bergoglio (The Pope)
— Rebecca Tournes/(VA) Richmond
I recommend this book and encourage the author not to give up. We pray for him always.
— Charlize/Utah
I fully support the author in this book and about censorship on social networks, in my case I have left them and I will not return.
— V Alarcon
Little by little the structures of the system and religion that kept human beings blind are falling.
— Rickie H
COMO DECIMOS EN MI PAIS "TODO LO QUE SUCEDE EN ESTE MUNDO FUÉ, ES Y SERÁ UNICAMENTE CULPA DE LOS SERES HUMANOS" y lo unico que podra salvarnos es una guerra a gran escala para luego tomar conciencia de quienes somos realmente
— Oscar Gutierrez
"We're so used to the bigwigs pulling strings from the shadows, doing whatever they want whenever they want. It's high time we spark a revolution of consciousness or go all out with a massive rebellion."

What do you think? 🚀

— Carl westsh
"Si no puedes alcanzar el cielo con las manos, es porque al abrir los ojos comprendiste que existe una profunda tristeza en vivir arrodillado en esta breve existencia. Conócete a ti mismo y aprende a trascender más allá de la materia, pues con el poder de la conciencia no solo podrás alcanzar el cielo, sino también adentrarte en el vasto universo del todo." Del libro Lucero de la mañana Marcos orowitz
— Jannice Zteig- Valladolid
¡A todos en el Vaticano, quiero gritarles: "¡Váyanse a la mismísima mierda!"!
— MIguel Madrid
¡this world is undergoing all this madness because of men in power!
— Mataly -CA USA
We must remove religion and politics from this world, that would be the cure.
D0j8sIXUYAAJN9w
— Fridda -Cincinnati
Ya no creeemos en el puto sistema por esa misma razon vamos a incrementar los ataques ciberneticos
— alvaro-Medellin, Colombia
Viejos meados con olor a perro muerto vayansé a la puta que los parió.
140307203356 francisco criticos afp 304
— Catalina- Cordoba Argentina
"No quiero sonar como una chica mala, pero deberiamos incendiar las iglesias del mundo y colgar a los vicarios del altisimo en la puerta"
— Lisandro y Amanda - Puebla Mexico
Wir müssen alle Religionen der Welt stürzen und die Menschheit aus der Sklaverei befreien.💪
— Jean P
A la verga con toda la iglesia y el papa bergoglio que segun el autor presenció la muerte de tres monjas y luego las enterraron debajo del arco de jazmines
— Raúl Escobar (Bogotá)
HIGHLY RECOMMENDED BOOK WITH A LOT OF INFORMATION ABOUT GREAT PERSONALITIES LINKED TO PEDERASTY, HOMICIDE AND ILLICIT ENRICHMENT.
— Bernard laurent civacs
Religious pedophile sons of bitches
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— Tomy Ethan Smith)
"The entertainment industry is full of lunatics just like the fucking church"
Santa demencia y la iglesia cerró sus puertas
— Antony G)
"The system is scared because this author constantly uncovers the pot of sins, of untouchables"
Pi didi
— Glenda Jakson and Garyel Brown
Угадайте, кто стоит за всеми этими ветвями преследования и садизма?
Renr
— Daniil overth
"When anonymous published videos of the shitty paralyzed doctor Stephen Hawking, my world collapsed and I realized that everything is a farce"
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— Rickie H
«Соединенные Штаты — самая террористическая страна в мире, чему вы удивляетесь? В моей стране мы знаем все уловки этого мастера смерти.
Us war
— Fridda V
old men who smell of vinegar, they are disgusting, the first thing we have to do is get rid of the shitty churches in the world, then the thieving politicians.
— Kasandra - Florida
Il faudrait descendre dans les rues pour brûler toutes les églises et ensuite les bâtiments politiques!
Bbloc2025
— Joan C - Lile
Muerte a los políticos como Emmanuel Macron
Emmanuel-macron-choqué
— Hnorman
Lo del viejo Bergoglio no va a salir jamás a la luz, ya lo intentaron en florida estados unidos y uno de los paparazis desapareció misteriosamente 48 horas después ni el cuerpo encontraron, así de mafiosa es el sistema
Iglesia vaticano corrupto
— Nahuel Beban* Argentina
Eles sempre foram degenerados e estupradores.
— Griselda Pereira/ Minas Gerais
Todos pedofilos y violadores en la fabrica del entretenimiento
Hqdefault
— Claudio valentin Novaez/Mexico DF
Someone should break through again like the unforgettable Julian Assange did.
JA
— Celi valiant Graham★Townsville
nothing is going to change if we don't do something now!

join in!

— Agustina Clemente-CA USA
The governments behind the politicians are denaturalizing the human race for the sole purpose of "slavery or failing that" extinction.
Reptil
— Monica fernandez-Utah US
The system has blocked this writer because it considers him the black sheep of contemporary literature; in short, they are afraid of him!
Morty
— Joshep#Florida Us
In New York a large population of young people are chewing on this author's novels, as a mother I wonder...how far can a person who describes society as a concentration camp for training by the system go?

“I'm worried about my son, he's really suggestible.”

— Nazarena Montes (NY)
System będzie nadal podporządkowywał sobie istoty ludzkie, dlatego nie jest wygodne dla tego autora, aby być online „bądź ostrożny z tym”.
— Aleksander--Polska
"Aren't you afraid of madness? "Please!" It's the only wonderful thing in this dirty shitty life."
— Htimothy🍾Norleans
We are all largely to blame for the system doing what it wants!

If we consider ourselves so intelligent, then we should unite and eliminate those agents that separate us as well as wars.

— Karen Obrian-Liverpool
THIS BOOK STUCK ITS FINGER IN HOLLYWOOD'S ASS
— Sandy seymur tingtille 😂🇺🇸)
«Автор заслуживает награды за эту книгу»
— Ерик Новикова
"Bergoglio el que las hace las paga basura religiosa"
— Vanesa -Santa fe
Let's kick the asses of the socialists of the world
— Edith lambert fonthsé -France
El mundo tiene que cambiar muchachos "Ustedes deciden"
— Walter Velozo/Caba Argentina
Religioner og politikere ... vår tids store dilemma
— Anders *Norge
Todo tiene que canbiar, hasta las leyes migratorias en nuestro pais llegan peruanos por cientos de miles la peor basura de ese pais y tenemos que soportar a sus lanzas y comedores de palomas, ya no mas!
— Mateo--Providencia.Chile
Os políticos do mundo riem-se do nosso comportamento, é tempo de mudar a história!
Rebelion the book
— FalcoFabio/ Brasilia
THEY CENSORED THE AUTHOR ON THIS PAGE TOO 'WHAT CRAZY'
— Daiana🖕Illinois
I can't believe it! Fandom page blocked the author?
— Laprida ariel
Tarde o temprano lo iban a censurar al autor en esta plataforma, lo sabía.
— Daniel Geldar Histon★Ciudad de Mexico
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