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Procrastinación

Procrastination Versión Us

Doce relatos de terror psicológico que desafían a las nuevas generaciones. Cada decisión que tomes y cada distracción que flote en tu mente liberarán a la bestia digital que en algún momento creíste tener bajo control. Esa distorsión, insidiosa y voraz, no solo consumirá tus horas en línea, sino que se infiltrará en cada rincón de tu vida y la de aquellos que amas, convirtiendo la cotidianidad en una pesadilla interminable.

Y si piensas que Fortnite o Roblox son simples juegos, piénsalo de nuevo. Cada partida podría arrastrarte hacia un abismo del que no habrá retorno; un mundo donde la diversión se convierte en tu prisión y el escape es solo una ilusión. Una vez te adentres en este universo, ¿quién te garantiza que volverás a salir con vida?

¿Estás listo para enfrentar este desafío? ¡Elige tu avatar preferido y deja que comience el maldito juego de la muerte! La línea entre la realidad y el terror digital se convierten en sombras, y el verdadero horror está solo a un clic de distancia.

Intro cortesía de: EDTV

Relato numero 1: No soy ella "soy él"

Pagina: 6

—¡Puedes irte a la mierda, mamá!

—Voy a seguir jugando, no quiero ir a la casa de tus amigos.

Estas fueron las palabras de Alinhe, una pequeña niña transgénero que se percibía como un varón. Gracias a las nuevas tendencias y tecnologías, su comportamiento y personalidad comenzaron a transformarse con el apoyo incondicional de su familia.

Alinhe, con apenas diez años, había creado un esquema detallado para sus días. Se levantaba cerca de las 11 de la mañana, y aunque su madre insistía en despertarla, era difícil hacerla mover de la cama. Desayunaba en su dormitorio y solo bajaba al baño si los gritos de su madre la amenazaban con un castigo por no cepillarse los dientes.

—¡Oye! Te lo he dicho mil veces: se te pudrirán los dientes. ¿Qué parte de eso no entiendes?

—Oh, bueno, bueno… déjame en paz, voy a lavarme los malditos dientes —respondía Alinhe, enfadada.

Pero esa no era la realidad. En cuanto la puerta del baño se cerraba, encendía su smartphone, asegurándose de que una VPN rudimentaria le garantizara un viaje anónimo. Luego se sentaba en el inodoro, mientras un desfile de imágenes se desplegaba ante sus ojos, saturando la red de internet.

—¿Qué estás haciendo? —decía su madre, con la oreja pegada a la puerta—. Imagino que estás cepillándote los dientes y no jugando con el celular.

Alinhe respiraba hondo, recuperando el oxígeno, y respondía:

—Claro que sí, estoy en eso.

Pero todo era una actuación. Su mano, oculta a sus espaldas, exploraba su propio cuerpo, dejando que las emociones fluyeran mientras la pasta dental se desbordaba de su boca, atrapada por un cepillo que mordía cada vez más fuerte, arrastrada por el impulso de su libido.

Después, finalmente accedía a lo que su madre pedía. Se acomodaba el cabello, tomaba su mochila y salía rumbo a la escuela. Sus familiares y compañeros la conocían y aceptaban como Tomy. Nadie se atrevía a referirse a ella como una niña. Una psicóloga que trabajaba en la institución pública había certificado que Tomy era un varón porque así se percibía, y por ende, debía ser tratado como tal. Las leyes de su país respaldaban esta tendencia, temerosas de lo que pudieran decir los gobiernos ocultos que controlaban el tráfico de la maldita extinción humana. Así, en su documentación oficial, Alinhe Brown se convertía en Tomy Brown, un niño.

Como podrás imaginar, sus abuelos fueron los primeros en aceptar el deseo de su nieta de ser un niño. Quizás lo hicieron por culpa. Su pasado como padres de Alice había sido angustiante, y ese acompañamiento les ofrecía un respiro, pues no pudieron estar presentes en la infancia de su hija, atrapados en sus propias vidas superficiales, intentando encajar en una sociedad que solo exigía tiempo. Ese tiempo se esfumaba, y cuando pensaron que podrían escapar de esa trampa, ya era demasiado tarde.

Alice creció desconectada de sus sentimientos, prácticamente adoctrinada en un sistema que por aquellos días tenía un plan diferente para las mujeres:

—¡La futura ama de casa perfecta! Aquella capaz de satisfacer todas las exigencias de un hombre. ¡Literal! La esclava de los caprichos de un macho alfa, como las viejas creencias religiosas proclamaban en el best seller conocido como la Biblia.

La figura masculina era la cabeza del hogar, el sacerdote y proveedor, tantas palabras que describían al hombre como el único digno de respeto, relegando a la mujer a un segundo plano:

—“La mujer sabia edifica su casa.” “Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer.”

Bajo esa descripción, se forjaron las naciones del mundo, sometiendo la voluntad de las mujeres, arrastrándolas a una vida que realmente no deseaban. La realidad es que la mujer necesitaba liberarse y vivir su propia experiencia en este mundo. Luego, las tendencias y el sistema se adaptaron a esta liberación, incorporando todo tipo de experimentos sociales. Niños que se perciben como niñas, niñas que se sienten identificadas con animales, y que desean ser reconocidos como tales. Pero ese es otro tema.

Alice creció con el título de “mujer preparada para afrontar y acompañar a un hombre”, pero su pequeña hija sentía atracción por el mismo sexo, aunque no de la manera tradicional. Las nuevas leyes habían llevado a la familia a tomar decisiones que, aunque parecieran correctas, no siempre reflejaron sus verdaderos sentimientos. Las tendencias obligaron a gobiernos y científicos a aceptar esta modificación en nuestro comportamiento, cediendo ante la noción de la identidad de género.

Lo cierto es que el padre de Alinhe había huido de casa por razones íntimamente ligadas a su naturaleza humana y no precisamente a la nueva problemática que se vivía en su hogar. Se entregaba a deseos más carnales, inclinándose hacia mujeres más jóvenes, lo que le permitió liberar al pequeño león que llevaba encarcelado en su corazón. No le interesaba en absoluto la retórica propagandística que circulaba en las redes sociales, donde se respaldaban los nuevos movimientos de liberación de la diversidad de géneros. Según la religión oficial, "las grandes multinacionales respaldan masivamente estas manifestaciones, que infectan las calles con el pecado de estas almas perdidas". Tales exhibiciones vulgares resultaban contraproducentes, pues el mundo las percibía como una rebeldía incomprensible y movilizaciones de salacidad. Además, desataban en las redes sociales una cacería de brujas que llegaba como una llama encendida hasta la habitación más oscura del mismísimo Vaticano.

James sintió que su destino estaba lejos de aquella familia. Criado bajo los principios tradicionales —donde la mujer es mujer y el hombre es hombre—, no pudo aceptar que su única hija decidiera llamarse Tomy. Un día, simplemente dejó de regresar a casa. Esto llevó a su abogado a contactar a Alice y a arreglar los asuntos de manutención, como lo exigían las leyes.

Alinhe comprendió, más allá de su corta edad, que su progenitor no aceptó su nueva identidad y había huido. A pesar de entenderlo, le costó asumirlo. Antes de hacer su transición, compartía momentos significativos con su padre, y nunca había sentido la necesidad de renunciar a esas charlas entrañables. Sin embargo, se encontró perdiéndose en el vasto mundo virtual de Fortnite o Roblox, buscando algo que llenar en su vida.

Aquel refugio virtual era blanco de peligros. Pedófilos aprovechaban la enorme actividad en línea, llevando a cabo planes para escapar de las estrictas medidas de seguridad que estas plataformas prometían. Aun con la vigilancia de organismos gubernamentales que exigían una protección absoluta hacia la seguridad en línea, el riesgo seguía latente.

A medida que Alinhe se adentraba más en su mundo digital, comenzaba a sentir que su propia identidad se diluía en un mar de recuerdos confusos. Las imágenes de sus interacciones en las redes se mezclaban con la presión del entorno escolar. Allí era conocida como Tomy, y esa nueva etiqueta llevaba consigo tanto rostros de aceptación como de rechazo. Sus compañeros la llamaban para jugar, pero había algo en sus miradas que la inquietaba. Algunos la incluían con naturalidad, mientras que otros le lanzaban comentarios hirientes, recordándole que no era igual.

—Oye, Tomy, ¿te gusta el fútbol? —preguntó uno de sus amigos durante el almuerzo.

—No, prefiero otros juegos —respondió ella, un poco tímida.

En ese instante, se dio cuenta de que, a pesar de haber logrado parte de lo que quería, aún luchaba contra una lucha interna que parecía interminable. Su mente oscilaba entre la aceptación de su nueva identidad y la nostalgia por lo que alguna vez fue.

Esa tarde, mientras volvía a casa, se sintió abrumada por un sentido de soledad. Las calles, por más concurridas que estuvieran, parecían vacías. Pensó en su madre, que siempre intentaba hacer lo mejor que podía, pero no terminaba de comprender del todo. La presión social era feroz, y a menudo se preguntaba si alguna vez podría sentirse plena.

Al llegar a casa, notó que su madre la esperaba en la sala. La mirada de Alice era una mezcla de preocupación y amor.

—¿Estás bien, Tomy? —preguntó, con voz suave.

—Sí, solo… solo estoy cansado. —Evitar el tema era lo más fácil. No quería hablar de su día ni de las cosas que la atormentaban en su mente.

Alice se acercó y le acarició el cabello.

—Recuerda que siempre estoy aquí para ti, ¿vale? No dudes en decirme si necesitas algo.

Tomy asintió, aunque no estaba segura de lo que realmente necesitaba. En su interior, una burbuja de confusión y tristeza estallaba lentamente, mientras la lucha por encontrar su lugar en el mundo continuaba. Ese lugar, donde pudiera sentirse completamente aceptada, parecía siempre estar fuera de su alcance.

Pero internet le tenía reservado un pequeño rincón en uno de los módulos perfectos para acompañar la transición que tanto la molestaba. Alinhe sabía que adentrarse en ese submundo era realmente peligroso. En la escuela, todos hablaban de las tendencias de TikTok, pero esos breves momentos de risas no lograban llenar el vacío enorme que sentía en su interior.

Una de esas noches, cuando su madre salió con su amante, Alinhe decidió investigar qué sucedía en las oscuras entrañas de la deep web. Muchos influencers en YouTube describían esta plataforma como el mismísimo infierno, advirtiendo a su audiencia sobre la importancia de proteger su privacidad con software como Tor y VPN. Hablaban de hackers que acechaban, listos para infiltrar las computadoras ajenas y convertir una simple visita en una pesadilla.

Alinhe, con el corazón latiendo rápidamente, se sentó frente a su computadora. La oscuridad de su habitación era perfecta para sumergirse en ese mundo desconocido. Su mente estaba llena de preguntas: ¿qué había más allá de las restricciones y límites que la rodeaban? Con cada clic, se adentraba más en un territorio que prometía respuestas, aunque también muchísimo riesgo.

Conectó su VPN y lanzó el navegador Tor, sintiendo una mezcla de adrenalina y temor. Las advertencias resonaban en su cabeza, pero la curiosidad podía más. Quería descubrir qué secretos escondía la deep web. Seducida por la idea de que el conocimiento podía liberarla, ignoró el nudo en su estómago.

Las páginas cargaban, revelando foros y chats donde las personas compartían ideas, experiencias y, en algunos casos, visiones radicales sobre la identidad y la libertad. Se encontró con comunidades que discutían temas prohibidos, donde la autolibertad y la autoexpresión eran celebradas, pero también había un tono sombrío en algunas conversaciones. Aquellos espacios eran un refugio para quienes se sentían marginados por la sociedad; al mismo tiempo, eran peligrosos, llenos de manipuladores que podrían explotar su vulnerabilidad.

Mientras navegaba, se toparon con un enlace intrigante titulado "Identidad en la Red: Encuentra Quién Eres". Era un foro que prometía apoyo y guía a quienes se sentían perdidos en su viaje de autodescubrimiento. Alinhe, intrigada y algo esperanzada, decidió entrar. Fue recibida con cálidas palabras de ánimo, y a medida que leía, comenzó a sentirse parte de algo más grande.

Sin embargo, a medida que profundizaba, se encontró con videos y contenidos horribles que le helaron la sangre: gente siendo asesinada cruelmente, actos de zoofilia, y la explotación más abominable de la humanidad, todo a la venta por unos pocos dólares. El terror la envolvió, y la realidad de lo que estaba ocurriendo en ese entorno la golpeó con fuerza. A pesar de las advertencias sobre el riesgo de la deep web, nunca imaginó que lo peor de la naturaleza humana estuviera tan accesible.

Mientras su mente trataba de procesar lo que acababa de ver, un profundo terror se apoderó de ella. La oscuridad de la habitación se convirtió en un espacio opresivo y claustrofóbico. Ya no era solo la pantalla lo que la enfrentaba; era como si estuviera siendo observada por ojos invisibles, que acechaban desde el abismo digital. La idea de que esos actos atroces sucedieran a su alrededor, en un mundo donde el horror era solo un clic de distancia, la mantenía en un estado de alerta constante.

El rastro de aquellos videos la seguía. Cada vez que cerraba los ojos, las imágenes de la brutalidad volvían a su mente, un ciclo sin fin de repulsión y miedo. Se sentía atrapada, abrumada por una atmósfera de pesadilla. La profunda soledad que había sentido antes se transformó en una angustia palpable; era como si la sombra de la violencia y el caos se hubiera posado sobre ella, dispuesta a engullirla.

A medida que la noche avanzaba, el brillo de la pantalla se volvía cada vez más frío, y el sonido de la retroalimentación electrónica se parecía a un murmullo ominoso que resonaba en su mente. Temía que, en cualquier momento, los seres que habitaban en esos oscuros rincones de internet pudieran cruzar a su mundo, llevándose lo poco que le quedaba de paz, de identidad.

Finalmente, decidió escribir un comentario en el foro:

“Hola, soy Alinhe, estoy tratando de encontrar mi lugar y no sé por dónde empezar...”

Pulsó "Enviar" y, al instante, un torrente de dudas la invadió. ¿Qué había hecho? Sin embargo, a los pocos segundos, recibió respuestas. “Bienvenida, Alinhe. Aquí no estás sola”, decía uno. Otro usuario escribía: “Todos hemos estado allí. Aquí te apoyamos”.

Las palabras, en lugar de consolarla, la dejaron más intranquila. ¿Quién estaba realmente al otro lado de la pantalla? ¿Eran amigos o, en cambio, un grupo que se alimentaba del sufrimiento ajeno? La sensación de estar en un laberinto oscuro la ahogaba, y el eco de las risas de sus compañeros se desvanecía. Ahora había caído en un juego peligroso, donde cada paso mostraba el lado más oscuro de la humanidad, y los monstruos no eran solo fantasmas de las historias; eran personas como ella, pero llevadas por deseos retorcidos.

Aquella noche, Alinhe comprendió que la búsqueda de su identidad podía estar plagada de horror y desesperación, y que el refugio que había esperanzadamente buscado en la deep web podría convertirse en su prisión, alimentada por sus propios miedos y las malevolencias de un mundo al que apenas comenzaba a asomarse...Si esta breve introducción fue de tu agrado puedes solicitar tu libro aquí book.

Relatos de la obra

  1. No soy ella "Soy él " ⬅️
  2. El zombi de fortnite
  3. El smartphone de Gary
  4. La muerte busca candidatos
  5. Maté a mi madre señor juez
  6. Todos se burlaban de mi en la escuela
  7. Lugares peligrosos
  8. Programados para morir
  9. Las tendencias y el conserje borracho
  10. Identidad de genero
  11. Me percibo como un animal
  12. Tiktok en mis pelotas

Retraso en la publicación del libro debido a:

Este libro ha sido suspendido en su publicación por un extraño movimiento de las redes sociales y el grupo Apple Inc y Samnsung, porque las historias han dicho que las nuevas enfermedades raras como el Asperger y los trastornos de las nuevas generaciones han sido producidos principalmente por tecnologías como los smartphones, por lo que una campaña del sistema inició un shadowban en Internet contra este autor, a esto se sumó el libro El Pecado Favorito de los Ricos y Famosos.

Fusión
Fortnite
Roblox


Hace mención a estos juegos también

Cortesía de los usuarios: LucasElijah Samueladello Sanstarting


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Procrastination” fue publicada el -----del 202- por la editorial Vibras y está disponible en una variedad de formatos para satisfacer las preferencias de todos los lectores, incluyendo E-book, audio de 237 paginas, La novela ha trascendido fronteras, con traducciones a 25 idiomas, lo que refleja su alcance global y permite a una audiencia internacional experimentar este viaje a través del terror psicológico, todo bajo la pluma del talentoso autor Marcos Orowitz.

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