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Lu Re d'Amuri (Trad: El Rey del Amor) es un cuento popular siciliano recopilado por Giuseppe Pitrè, que escucho de un hombre ciego llamado Giovanni Patuano en Palermo.

Thomas Frederick Crane tradujo el cuento al inglés y lo incluyo en la colección Italian Popular Tales.

Sinopsis[]

Un hombre que se gana la vida recolectando hierbas silvestres tiene tres hijas. Un día se lleva a la menor de sus hijas, Rosella, a recolectar hierbas con él, y Rosella encuentra un rábano, del que tira, hasta que aparece un turco, que la pregunta a la muchacha que hace abriendo la puerta de su amo, y la pide que baje con ella para decidir cuál será su castigo. Rosella y su padre acompañan al sirviente hasta un palacio subterráneo, donde toman asiento. Aparece entonces un pájaro verde, que se baña en una cacerola llena de leche, y tras secarse se convierte en un hermoso joven, que pregunta a su criado por que ha traído a la muchacha. El sirviente explica la situación, y el padre se defiende, afirmando que ninguno de ellos sabía que aquella era la entrada a su castillo. El joven acepta las razones del padre, y le permite irse con un saco de oro, pero su hija debe de quedarse a vivir en el palacio y ser su esposa.

El joven le dice a Rosella que ella es ahora la dueña de su castillo, y la entrega todas las llaves. Un día, mientras que el pájaro verde esta ausente, Rosella es visitada por sus dos hermanas mayores, que la preguntan por su esposo. Durante la conversación la muchacha admite no saber cual es el nombre de su esposo, ya que su esposo la hizo prometer que no trataría de descubrirlo. Pero sus hermanas insisten en que tiene que saber su nombre al menos, y al final Rosella se deja convencer. Así, cuando el pájaro verde por fin vuelve y recobra la forma humana, Rosella se muestra poco habladora. Cuando el joven pregunta a que se debe, ella declara que es por que no sabe su nombre, y le gustaría saber cuál es. El joven la responde diciendo que, si lo sabe, será peor para ella, pero Rosella ignora las advertencias e insiste. El joven mete los pies en una palangana de oro y le pide a Rosella que le lave los pies. Mientras que se los lava, Rosella vuelve a preguntar al muchacho por su nombre, y el agua de pronto cubre al joven hasta la cintura. El muchacha la pregunta a Rosella si aún quiere saber como se llama, y ella responde que sí. El agua llega al joven hasta su boca, y pregunta a Rosella si a pesar de ello aún quiere saber como se llama. Rosella contesta que sí, y el joven la dice que se llama Rey del Amor, antes de desparecer por completo, junto con el palacio y todo lo que había en él.

Rosella decide que lo mejor es salir en búsqueda de su esposo, y camina hasta que por la noche llega a una llanura en la que, desesperada de tanto buscar, rompe a llorar y entona una triste canción en la que menciona el nombre de su amado. En ese momento aparece una ogra, que la pregunta como es que conoce el nombre de su sobrino. La ogra en un principio planea comerse a la muchacha, pero termina por apiadarse de ella y la acoge en su casa para que no pase la noche a la intemperie. A la mañana siguiente la ogra le explica a Rosella que ella es una de las siete ogras hermanas, y de las siete la madre del Rey del Amor es la más feroz y temible de todas. Durante los siguientes seis días, la muchacha se va encontrando con cada una de las hermanas ogras, hasta que el último día se encuentra con la hermana del Rey del Amor, que la invita a entrar en su casa aprovechando que su madre no esta, la da de comer y la arregla las trenzas, además de decirla lo que tiene que decir cuando llegué su madre para que no la haga daño alguno.

Cuando la ogra llega a su casa y se encuentra Rosella, la muchacha la pide que la deje en paz en nombre de su hijo. Y aunque logra que la ogra no la haga daño en ese momento, aún así su suegra quiere comérsela de ella, pero sus hijas amenazan con abandonar a su madre si llega a hacerlo. Así que la ogra busca otras formas de deshacerse de Rosella, y termina por mandarla que lleve una carta a una amiga suya. Por el camino a la casa de la amiga de la ogra, se encuentra con el Rey del Amor, que la dice lo que tienen que hacer para salir de la tarea sana y salva. Tras recibir las instrucciones, Rosella se encuentra con un río de sangre, del que alaba sus aguas cristalinas, y después hace lo mismo con otro río que encuentra más adelante, de aguas turbias. Más tarde se encuentra con un jardín lleno de fruta, del que coge una pera, se la come, y exclama que nunca ha probado peras como esas. Después se encuentra con un horno que hace un montón de pan que después no compra nadie. Rosella coge una hogaza, se la come y exclama que nunca ha probado pan igual en toda su vida. Luego coge un poco más de pan y se lo da a un par de perros hambrientos para que coman.

Continuando su camino Rosella llega hasta una puerta llena de telarañas, que Rosella limpia. Al entrar en la casa se encuentra con dos gigantes en la escalera con un trozo de carne sucia cada uno, que Rosella limpia por ellos con un cepillo. Después encuentra una navaja, unas tijeras y un cuchillo, a los que saca brillo. Y finalmente llega a la casa de la amiga de la ogra, que la invita a pasar. Mientras la amiga de la ogra lee la carta, Rosella coge una cajita que Rey del Amor le había dicho que cogiera, y sale corriendo. Al ver que esta intentando escapar, la amiga de la ogra ordena al cuchillo, las tijeras y la navaja que corten en pedazos a la muchacha, pero ellos se niegan, por que Rosella les saco brillo, no la hacen daño alguno. Después ordena a los gigantes que la aplasten, pero como Rosella les limpio la carne, la dejan pasar. Después ordena a la puerta que la detenga, pero la puerta la deja pasar, pues Rosella se había molestado en quitarla las telarañas. Lo mismo ocurre con los perros, el horno, el jardín y los ríos: Todos se niegan a detener o hacer daño a Rosella por que ella ha sido amable con ellos, algo que la ogra nunca ha hecho.

Yo lo bastante lejos de la casa de la amiga de la ogra, a Rosella la pica la curiosidad para averiguar que hay en la caja que Rey de Amor la mando que cogiera, así que la abre para ver su contenido, y de la caja salen marionetas que cantan, bailan y tocan instrumentos. Rosella trata de traerlos de regreso a la caja, pero sin éxito. Cuando se da cuenta ya esta anocheciendo, y al ver que se ha pasado lo que queda de día tratando de volver a meter los muñequitos en su caja, se lamenta por no haber hecho caso a lo que Rey del Amor le dijo. En cuanto pronuncia su nombre, el hijo de la ogra aparece y consigue que todos los muñecos vuelvan a la caja. Rosella regresa a la casa de la ogra, que la recibe diciendo que su suerte se la debe a su hijo, y que se dispone a devorarla. Pero las hermanas de Rey del Amor salen a defender a Rosella, argumentando que no tiene razón alguna para comerse a la muchacha, ya que entrego la carta y le trajo la caja. La ogra parece ceder al principio, diciendo que si Rosella quiere, puede casarse con su hijo, pero solo con la condición de que consiga llenar seis colchones de plumas de aves.

Rosella se lleva los colchones y desea que ojala Rey del Amor estuviese presente para ayudarla. Rey del Amor aparece, y tras escuchar cual ha sido la tarea que su madre ha encomendado a Rosella, de un silbido llama al Rey de los Pájaros y le pide que convoque a todas las aves para que le deje cada una una pluma a Rosella. Con cada pluma que deja cada pájaro Rosella tiene suficientes para rellenar los seis colchones. Pero cuando se los presenta a la ogra esta le dice que ya ha prometido su hijo a la hija del rey de Portugal. La ogra ordena a Rosella que la noche de bodas se quede arrodillada frente al lecho nupcial, sosteniendo una antorcha con cada mano. Por la noche Rey del Amor convence a la hija del rey que intercambie el sitio con Rosella, bajo el pretexto de que Rosella esta muy cansada y no esta en condiciones de pasarse una noche entera de rodillas sujetando antorchas. En cuanto la hija del rey intercambia el sitio con Rosella, el suelo se abre y la tierra se la traga. Pero la ogra no esta dispuesta a dejar que su hijo se quede con Rosella, y junta las dos manos, proclamando que Rosella no podrá tener a su hijo hasta que ella no separa las manos. Para hacer que las separe, Rey del Amor encarga un catafalco y hace creer a su madre que ha muerto de forma repentina. En cuanto se entera la ogra separa las manos y Rosella consigue dar a luz al hijo de Rey del Amor. A la ogra le revienta una arteria y muere en cuanto se entera de que su nieto ha nacido, y Rosella y Rey del Amor pueden vivir por fin felices y en paz.

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