Fue el sofista Hipias quien hacia el año 400 a. de J.C. se planteó por primera vez calcular el tiempo que había transcurrido desde que se convocó el primer certamen atlético en Olimpia, con la intención de averiguar el inicio de la civilización griega. Al calcular fueron 376 los certámenes puede saberse más o menos que la primera fecha de la historia griega debió ser hacia el año 776 a. de J.C.
Es en ese momento cuando se inicia una de las culturas más importantes a lo largo de la historia que más influencia va a ejercer sobre Occidente, tanto en la tradición latina antigua y medieval como en la enseñanza literaria y humanística europea desde el siglo XVI. Este clasicismo definido por la mesura, la proporción, la claridad y la jovialidad ante la belleza natural y la capacidad racional del hombre se expresó, sin embargo, a lo largo de quince siglos de civilización con formas extraordinariamente variadas, desde la «severidad» inicial del estilo homérico al «barroquismo» de la época de la alejandrina y a la decadencia final del periodo de dominación romana, incluyendo numerosos estilos y expresiones estéticas.
Las primeras obras poéticas[]
Esta conciencia histórica solo se hace efectiva cuando se fija el alfabeto, a mediados del siglo VII a. de J.C. Es a partir de ese siglo cuando los griegos empiezan a tener conciencia del significado de la literatura con la intención de que un lector atento lea lo escrito. Hasta entonces la creación literaria se transmite oralmente. Los especialistas y estudiosos datan las primeras obras conservadas de la literatura griega, entre el siglo VIII y mediados del siglo VII a. de J.C. Las más importantes son los poemas homéricos, la Ilíada y la Odisea; los hesiódicos, Teogonía y Trabajos y días; la primera poesía elegíaca, y la primera poesía yámbica.
Homero[]
En los inicios de la cultura griega los poetas o aedos eran los encargados de cantar historias, aunque su arte residía en la perfecta composición y el saber hilvanar dichas historias con intención artística; él era un artesano de la palabra. Con el tiempo se llamaron rapsodas a aquellos poetas que iban de pueblo en pueblo cantando estos poemas. Es muy posible que Homero, si existió, fuera uno de esos poetas. Aunque con el tiempo son más las voces que hablan de un modelo poético mítico de igual nombre, para un grupo de poetas, cuya función principal era la difusión de los poemas homéricos, eran los llamados poetas homéridas, igual que hubo un grupo de poetas denominados Asclepíades, cuyo modelo mítico era Asclepio, y los adivinos melampódidas, que se pusieron este nombre del mítico adivino Melampo.
Los dos poemas homéricos más importantes son la Ilíada y la Odisea. La perfección normal de la Ilíada, en la que se narra un episodio de la guerra de Troya —Ilion—, y la Odisea, composición fantástica que cuenta las aventuras de Odiseo —Ulises—, a u su regreso a isla de Ítaca después de combatir durante largos años contra los troyanos, se caracteriza por imprimir un gran sentido de objetividad, ponderación, precisión, claridad y serenidad. La nobleza y la heroicidad de los protagonistas, idealizados y arquetípicos, expresan una cierta intensión ética por parte del poeta, que trata de mitificar la pureza original del espíritu griego en todas sus
manifestaciones: la fuerza física y moral de Aquiles, Áyax y Héctor: el valor de la amistad de la actitud vengativa de Aquiles ante la muerte de Patroclo; el orgullo de Agamenón; la astucia de Ulises; la fidelidad de Penélope, etcétera. Sin olvidar las diversas facetas de sentimentalidad humana, como puede apreciarse en el emocionado pasaje de la despedida de Héctor en la Ilíada, o en las serenas manifestaciones de amor y nostalgia por parte de Ulises y Penélope en la Odisea.
Hesíodo[]
Este poeta didáctico del siglo VIII a. de J.C. es el autor de dos obras poéticas: Teogonía y Trabajos y días. El título de la primera obra significa el origen de los dioses. El poema aborda la historia de tres generaciones de dioses, a modo de catálogo, hasta Zeus, el protagonista de la parte central del poema. El poema constituye un esfuerzo ingente de racionalización y ordenación de los dioses griegos, especialmente en lo que se refiere la genealogía, con la preponderancia de Zeus como divina dad suprema. En su segunda obra, Trabajos y días, la reflexión, las recomendaciones moralizantes, el pragmatismo, el pesimismo y la pérdida del sentido heroico y noble son las características básicas de esta parábola sobre la historia de la humanidad. La obra es dirigida a su hermano Perses y se desarrolla en cinco épocas, en las que se aconsejan diversas normas prácticas sobre las actividades agrícolas y náuticas.
Poesía lirica[]
Con el establecimiento de la polis las fiestas religiosas se celebraban con cierta regularidad y hubo, además, cierta profusión de nuevos cultos. La poesía griega parece ser que estaba relacionada con esta fiesta religiosa; de hecho, los poetas eran los encargados de realizar distintas composiciones para la ocasión. Esto sucedió durante el siglo VII y VI a. de J.C., coincidencia con la crisis políticas y sociales que convulsionaban a las ciudades griegas. De esta manera se desarrollaron en Grecia nuevos géneros poéticos de contenido circunstanciales, caracterizados por el subjetivismo.
La poesía elegiaca se expresaba mediante una forma métrica definida, el dístico, formada por un hexámetro y un pentámetro, y podía versar sobre temas muy diversos de exaltación de los sentimiento patrióticos que ofrece Tirteo, cuyos cantos inflamaban los ardores guerreros de los espartanos; los eróticos que muestra Mimnermo, los morales de Teognis y Focílides de Mileto, o los políticos que presenta Solón, el gran legislador ateniense que incorpora a la elegía un tono meditativo y reflexivo.
La poesía yámbica cultivo también diversos temas, pero, general, poesía un ritmo más dinámico y un tono más popular y satírico que la elegía. Entro los principales poetas yámbicos destaco, sobre todo, Alquílico de Paros, cuyos cantos alcanzaron un alto grado de mordacidad en la expresión de sus apasionados sentimientos de amor y odio.
