La caída de la casa Usher conocido también en español como El hundimiento de la casa Usher y La ruina de la casa de Úsher es uno de los cuentos de terror más conocidos de Edgar Allan Poe y un ejemplo de literatura gótica aplicada a la narración breve. Escrita en 1839, por su gran éxito ha sido adaptado a varios medios, entre ellos el cine y las versiones musicales y ha inspirado otras obras de temática similar.
Argumento[]
Un joven caballero llega a la casa Usher a petición de su amigo Roderick Usher, que conoce desde la infancia pero al que hace tiempo que no ve. Se le encuentra solo con su hermana Madeleine, ambos enfermos. Roderick parece sufrir una enfermedad mental, ya que hace referencia a alucinaciones y afirma tener los sentidos más agudos de lo normal. Madeleine sufre ataques de catalepsia y no pronuncia ninguna palabra.
El joven caballero intenta animar a Roderick, leyendo historias, tocando música o charlando con él, pero en vano. Una noche llega para comunicar que su hermana ha muerto y pide ayuda para bajarla a la cripta. Tras la muerte de Madeleine, Roderick cae en una profunda depresión y afirma que la casa está viva.
Una noche entra en la cámara del joven caballero presa del pánico y afirma que ha sentido la aparición de Madeleine, que lo han enterrado viva. El protagonista intenta explicarle que no es posible tantos días después de que los ruidos y signos tienen una explicación natural, pero justo cuando lo está diciendo aparece la chica en la puerta, jadeante, y muere después de lanzarse sobre su hermano. Este sufre un ataque al corazón y muere en el acto. El joven caballero abandona la casa poseso y ve como esta es engullida por la tierra.
Análisis[]
El cuento presenta los elementos típicos de la ficción gótica: un ambiente propenso a lo sobrenatural con la casa maldita, referencias al pasado medieval en el que leen los amigos, la duda sobre la realidad de lo que ocurre y el terror que se busca en el lector. Cada detalle anticipa el final en un cúmulo de suspenso y tensión creciente donde la acción es tan importante como la descripción del ambiente asfixiante. La atención a los sentidos acentúa esta ambientación, a la que contribuyen las numerosas sinestesias y elipsis con que el autor construye su relato.
A pesar del elemento fantástico, intenta no abandonar nunca la verosimilitud, con la catalepsia que justifica la confusión al entierro o con las explicaciones que intenta esbozar el joven caballero para calmar los ánimos. La base de la narración es una historia real donde un marido celoso enterró vivos la mujer y su amante en una casa de nombre similar al título del relato.
La casa simboliza la unión entre los dos hermanos, que roza el incesto según algunas interpretaciones. Cuando estos mueren, colapsa, pero ya antes las grietas anunciaban su fin, al igual que la enfermedad y las premoniciones de Roderick anunciaban la muerte de sus ocupantes. Roderick parece consumido por la culpa, probablemente por esta relación ilícita, y por eso no desentierra la hermana. Esta acción es la que acaba provocándole la muerte, aunque se explique con una causa natural (un infarto). La lectura simbólica, pues, es paralela a la literal o realista en todo el cuento.