La reina de las abejas es un cuento alemán recogido por los hermanos Grimm, siendo la historia número 62. Es del tipo 554 del sistema Aarne-Thompson, Los animales agradecidos.
Argumento[]
Dos hijos de un rey salieron en busca de fortuna, pero cayeron en formas desordenadas. El tercer y más joven hijo, simplón, fue a buscarlos y se les unió en su viaje. Viajaban y Simplón impidió que los hermanos destruyeran un hormiguero, matasen a algunos patos, y sofocasen una colmena de abejas con humo. Después llegaron a un castillo de piedra con caballos en el establo, y ninguna señal de vida. Caminaron a través del castillo y encontraron una habitación con un hombre grisáceo, que les dio de cenar. Por la mañana, mostró al hijo mayor una mesa de piedra, en la que se escribieron tres tareas. El que las llevara a cabo liberaría al castillo.
La primera tarea era recoger mil perlas de la princesa, dispersas por el bosque. El que fallara en el intentó sería convertido en piedra. Los hermanos mayores lo intentaron y fracasaron, y ellos se convirtieron en piedra. Para el más joven, sin embargo, las hormigas recogen las perlas en agradecimiento a salvarlas de su hermano. La segunda tarea era buscar la llave de la habitación de la princesa en el fondo del lago, que los patos hicieron por él por salvarlos igualmente. La tercera tarea consistía en escoger a la princesa más joven de las tres princesas durmientes que eran exactamente iguales; la única diferencia era que la mayor había comido un poco de azúcar antes de dormir, la segunda, un poco de jarabe, y la más joven un poco de miel. La abeja reina eligió a la más joven.
Esto despertó al castillo, y restauró a los que habían sido convertidos en piedra. El hijo más joven se casó con la princesa más joven, y sus dos hermanos, con los demás princesas.