Jaime Gil de Biedma y Alba fue un escritor y poeta español de la Generación del 50. Nació el 13 de noviembre de 1929 y falleció el 8 de enero de 1990 en Barcelona (España). Dentro de este grupo se le adscribe además a la llamada Escuela de Barcelona, un conjunto de escritores catalanes unidos por la amistad y por la lucha antifranquista. Entre ellos destacaron el también editor Carlos Barral, Gabriel Ferrater, Juan Marsé y José Agustín Goytisolo.
El autor[]
Jaime Gil de Biedma nació en 1929 en el seno de una familia burguesa castellana radicada en Barcelona. Su padre se había trasladado a la capital catalana para trabajar en una compañía de tabacos, empresa en la que el propio poeta estuvo empleado muchos años. Gil de Biedma estudió Derecho en Barcelona y en Salamanca, donde obtuvo la licenciatura.
Recibió una esmerada educación y tuvo desde muy joven acceso a los grandes poetas en lengua francesa, como Baudelaire. En 1953 se trasladó a vivir a Oxford, lo que le ayudó a mejorar su conocimiento del inglés y le puso en contacto directo con la literatura anglosajona, hecho que ejercería una influencia determinante en su obra. A partir de 1955 trabajó en la empresa de tabacos familiar y pasó largas temporadas en el extranjero, especialmente en Manila (Filipinas).
Durante los últimos veinte años de su vida, Gil de Biedma fue un claro ejemplo de doble vida: por un lado, alto ejecutivo y burgués, todo un caballero de refinadas costumbres, amante de los lujos y la vida fácil; y por el otro, artista de la palabra. simpatizante del marxismo y abiertamente homosexual -aunque no al principio-. Estas contradicciones marcaron su compleja vida interior y le infundieron un gran pesimismo que le llevó a buscar diversas experiencias autodestructivas.
Su poesía suele llevar la etiqueta de poesía de la experiencia y se define como una lírica moderna, de gran perfección formal pero desnuda de rimas, de lenguaje preciso pero coloquial, abundante en episodios narrativos de la propia vida y con un tinte irónico que no excluye cierta intención moralizante. En este sentido, podemos destacar como ejemplo el poema "Contra Jaime Gil de Biedma", en que el poeta se desnuda psicológicamente sin pudor.
Buscando modelos diferentes a los de la poesía española de su tiempo, Gil de Biedma se carteó con uno de autores favoritos, el gran poeta de la Generación del 27, Luis Cernuda, que entonces vivía en el exilio y bastante olvidado. Otras de sus referencias fueron Jorge Guillén y Vicente Aleixandre, también miembros del grupo del 27.
Su obra poética es breve pero ha tenido un enorme impacto en la poesía hispánica de fines del siglo XX. Sus libros principales son: Compañeros de viaje (1959) que incluye la parte más social de su obra; Moralidades (1966), considerada su mejor obra, y Poemas póstumos (1968), en que muestra su personalidad desengañada. Finalmente, recogió sus poesías completas en Las personas del verbo (1975-1982). Además, publicó varios ensayos literarios y unas interesantes memorias tituladas Diario del artista seriamente enfermo (1974).
Gran poeta del amor, icono de la libertad de pensamiento, de la libertad sexual y del refinamiento literario, la figura de Gil de Biedma es hoy una de las que más atrae la atención de los poetas jóvenes. Murió, enfermo de SIDA, en Barcelona en 1990.
Obras[]
- Versos a Carlos Barral (edición del autor, Orense, 1952)
- Según sentencia del tiempo (1953).
- Compañeros de viaje (Barcelona: Joaquín Horta, 1959).
- En favor de Venus (1965)
- Moralidades (1966)
- Poemas póstumos (1968)
- Colección particular (Seix Barral, 1969)
- Diario del artista seriamente enfermo (1974), memoria.
- Las personas del verbo (Seix Barral, 1975; 2º edición: 1982)
- El pie de la letra: Ensayos 1955-1979 (Crítica, Barcelona, 1980)
- Antología poética (Alianza, 1981)
- Jaime Gil de Biedma. Conversaciones (El Aleph, 2002) Edición y prólogo de Javier Pérez Escohotado
- El argumento de la obra. Correspondencia (Lumen, 2010)
- Diarios 1956-1985 (Lumen, 2015)
Comentario[]
En este poema se hace un relato sentimental de los recuerdos infantiles del autor a propósito de la Guerra Civil Española. Lejos de Barcelona, Jaime Gil de Biedma pasó los años de la guerra con parte de su familia en un pueblo de Segovia, donde tenían su casa solariega.
Allí, a salvo de batallas y penurias, la guerra constituyó para él un motivo para jugar, para no ir a la escuela, para tener días y más días de libertad. Lejos de los bombardeos y las muertes, del hambre y la represión política, lejos de la lucha fratricida y terrible, la guerra fue para él, extrañamente, un periodo feliz y despreocupado, en el que apenas había algún pequeño sobresalto como el del río, del que salieron cadáveres de fusilados cuando llegó la primavera...
En este texto se nos muestra la infancia como un período feliz e inconsciente, en clara contradicción con la edad adulta, en la que el poeta será plenamente consciente de lo que ocurrió y rechazará firmemente tanto las muertes provocadas sin sentido como la ideología triunfante en la postguerra: las canciones del franquismo, la sumisión al poder militar, la represión política, la historia falseada por los vencedores -de ahí la idealización del Imperio Español-, etc.
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