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Horacio Salvador Zúñiga Anaya (Toluca, Estado de México, 10 de agosto de 1897 - ibídem, 13 de septiembre de 1956) fue un poeta, orador y profesor mexicano, ícono de la Universidad Autónoma del Estado de México. Hombre de extraordinaria cultura, uno de los personajes más representativos de la literatura mexicana del siglo XX. Entre sus discípulos se encuentran el nobel de literatura Octavio Paz, José Muñoz Cota Ibáñez, Guillermo Tardiff y el expresidente Adolfo López Mateos.[1]

Primeros años[]

Existe duda sobre la fecha exacta de su nacimiento, pues mientras que la partida de bautismo dice que fue el 6 de agosto de 1897, el acta señala el día 9 del mismo mes "a las doce y media de la noche", lo cual nos remite finalmente al día 10.[1]

La infancia del poeta transcurrió en Toluca, al lado de sus padres, Ricardo Zúñiga, quien era dueño de un colegio particular, y Carmen Anaya.

Cursó sus estudios de bachillerato en el Instituto Científico y Literario de Toluca ahí conoció a los maestros que más lo impresionaron, como Emilio G. Baz, profesor de matemáticas, y don Felipe Villarello, profesor de literatura, a quien Zúñiga llamó, en un escrito posterior, "aristócrata del lenguaje".[1]

Horacio Zúñiga se relacionó con Enrique Carniado, Pastor Velázquez y Vicente Mendiola, también personajes del ICLA hoy Universidad Autónoma, con quienes formó en 1916 el grupo cultural Juventud, editando una revista del mismo nombre. También colaboró en la revista Alma Bohemia.

En 1917 Horacio Zúñiga ganó sus primeros Juegos Florales de Toluca organizados en el marco de la celebración de las fiestas patrias. Aquella época fue el inicio de la gran trayectoria del joven que tiempo después se convertiría en maestro de generaciones. Su primer Flor Naural que era el galardón de aquellos certámenes literarios sería el descubrimiento de un talento admirable por generaciones.

En 1919 Horacio Salvador Zúñiga Anaya se muda a la Ciudad de México, para ingresar a la Escuela Nacional de Jurisprudencia, pero sólo logra estudiar dos años, ya que prefiere dedicarse al periodismo, la oratoria y el magisterio.

Sus primeras cátedras las dio en diversas secundarias, impartiendo la asignatura de Literatura Castellana y Universal así como la asignatura de Historia en la Escuela Nacional Preparatoria, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, en la Escuela Normal de México, en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, entre otros sitios, el maestro Zúñiga llegó a impartir cátedra en el Anfiteatro Bolívar.

En 1921 obtiene un importante triunfo, gana los Juegos Florales de la Ciudad de México,[2]uno de los poemas que pertenece a esta época es Lengua de Maravillas poema que habla sobre el idioma castellano, quizá el poema más famoso de Zúñiga.

Con la fama creada a partir de sus triunfos en los Juegos Florales, Horacio Zúñiga se convierte en un admirado maestro de Literatura, Historia y Filosofía.

Horacio Zúñiga y el ICLA[]

En 1926 Zúñiga regresa a la Ciudad de Toluca, para convertirse en profesor de Literatura, Historia y Filosofía en el Instituto Científico y Literario (ICLA). Horacio Zúñiga fue un admirado catedrático por su grandilocuente sabiduría, su conocimiento profundo sobre el tema que impartía, pero sobre todo por sus discursos lleno de cultura, técnica y emoción.

En 1928 se celbró el centenario de la creación del Instituto Literario de Toluca, fue en el marco de esa celebración que por primera vez se cantó el Himno Institucional que aún conserva la Máxima Casa de Estudios del Estado de México, el 3 de marzo de ese año en una solemne ceremonia. La letra del Himno del entonces Instituto, hoy Universidad, fueron escritas por el Maestro Horacio Salvador Zúñiga Anaya; el autor de la música fue Felipe Mendoza.

El Himno está formado por un coro y cuatro estrofas, y a la fecha es entonado solemnemente como acto final en todas las ceremonias de la Universidad Autónoma del Estado de México.

El Maestro Horacio Zúñiga tuvo la oportundiad de convertirse en Director del Instituto de 1930, pero rechazó la oportunidad. En 1933 existe un suceso particularmente singular, el despido de muchos profesores del Instituto entre los que se encontraba el ilustre escritor mexiquense Arnulfo Lorenzo Genaro Robles Barrera mejor conocido como Josué Mirlo, lo que provocó descontento y protestas por parte del alumnado y de algunos profesores, a causa esto y de diversos conflictos con personal del Gobierno de Estado de México el Maestro Zúñiga renunció definitivamente a sus clases en 1934.

Otros cargos[]

En 1937, fue nombrado director de la Biblioteca Pública Central del Estado hasta 1951; siguió impartiendo clases en la Escuela de Artes y Oficios (EDAYO) y en la Escuela Normal de Toluca.

Principales Obras[]

Como poeta fue galardonado en importantes concursos nacionales e internacionales. Escribió varios libros de poemas entre los que se encuentran: "Mirras", "Ánfora", "El Minuto Azul", "La Selva Sonora", "Sinfonías", "Torre Negra", "Presente" y "Zarpa de Luz", la mayoría escritos en la década de 1930.

Algunas novelas de su autoría son: "El Hombre Absurdo", "Realidad" y "Miseria".

Y colecciones de discursos como: "El Verbo Peregrinante", "La Miscelánea", "Imágenes, Ideas, Palabras" y el ensayo histórico "El Estado de México".[3]

Además escribió diversos artículos periodísticos, sobre todo para El Universal, cabe destacar que La Venganza de Ariel fue un artículo apasionado y elocuente que redactó luego de la participación de su discípulo José Muñoz Cota Ibáñez luego de participar en un certamen de oratoria en Washington Estados Unidos donde resultó ganador del segundo lugar.

Últimos años[]

En los últimos años de su vida, el maestro Horacio Zúñiga se volvió hosco y solitario, sus discípulos lo visitaban en su casa para recibir clases de oratoria, pero sólo ellos podían frecuentarlo. En una ocasión, se negó a recibir al gobernador del estado.

Escribía artículos periodísticos para El Universal y preparaba nuevos libros. En 1951, su aislamiento se hizo más notorio, porque en ese año fue jubilado como director de la biblioteca.[1]

Horacio Zúñiga Anaya murió el 13 de septiembre de 1956, en la misma ciudad donde nació, Toluca. Muere curiosamente el mismo año en el que el Instituto Científico y Literario Autónomo de Toluca se convierte en la Universidad Autónoma del Estado de México, centro académico en el que vivió sus mejores años y en el que formó a generaciones de profesionistas y oradores.

Zúñiga Anaya es un referente obligado de la cultura toluqueña y mexiquense, es uno de los eruditos del siglo XX mexicano, quizá no valorado justamente por la historia nacional.

Es ícono de la ciudad de Toluca, Personaje destacado del ICLA-UAEM y hombre ilustre del Estado de México; además de ejemplo permanente de los oradores mexicanos, especialmente toluqueños.

Sus restos descansan en la Rotonda de los Hombres Ilustres del Estado de México, ubicada en el Panteón Municipal de su ciudad capital.

Plantilla:NF



Artículos en revisión

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 Personajes Ilustres del ICLA-UAEM Universidad Autónoma del Estado de México http://www.uaemex.mx/ideario/pdiuae/pdiuae315.html
  2. Estado de México 200 años de libertad. Mexiquenses Destacados http://qacontent.edomex.gob.mx/bicentenario/historia/mexiquenses/horacio_zuniga_anaya/index.htm
  3. Personajes Ilustres del Estado de México. Portal ciudadano del Gobierno del Estado de México http://www.edomex.gob.mx/portal/page/portal/edomex/nuestro-estado/historia/personajes-ilustres/horacio-zuniga
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