Fakebook, apology for death[]
La red social más tóxica y basura de internet merecía un libro, oh sí, un libro de terror gore, diabólico y macabro y eso sin contar que vendió de forma descarada toda tu privacidad a los gobiernos detrás de los gobiernos...pero como es una multinacional del sistema del entretenimiento humano, salió ilesa, sin rendir cuentas a los cientos de millones de personas a los que perjudico.
Entonces digamos que La muerte salió a la ciudad a comprar acciones y encontró esta red social, sucia, vacía y desordenada, entonces pensó, ¿por qué no?
El mercado de capitales era una buena opción, porque allí nadie está seguro...No intentes nada, no intentes escapar porque saben absolutamente todo de ti y mucho más de lo que imaginas.
¡Tu vida está en peligro! Intentarán hacerte morir de una forma extraña y misteriosa para crear una nueva tendencia y generar ingresos en el algoritmo de Internet.
Fakebook, apología a la muerte fue escrita por el autor Marcos orowitz en el año 2023 y rinde homenaje a la red social mas patética y bastarda de internet.
La trama se desarrolla en diferentes partes del mundo y narra la historia de suicidios, homicidios, trata de personas, estafas y mas...gestándose dentro de la plataforma para luego mostrarse al mundo.
Son un puñado de relatos miserables de la peor basura gestada en esta red social, doce cuentos de terror macabro donde la realidad se mezcla con la ficción y siempre será la muerte su principal protagonista, el mensaje perfecto a las tendencias del mundo, al orden mundial y a la globalización sin genero y esta orientada a la literatura de las nuevas generaciones.
Cuento numero 16 "La voz interior"
Somos el producto de nuestras decisiones. ¿Cuántas veces has escuchado esta gran mentira? ¡A la mierda con eso! Yo digo lo siguiente, ¡escucha bien!
Ve hasta el dormitorio de tus padres, abre la gaveta que se encuentra debajo de su cama, saca la escopeta que ya está cargada y sube lentamente por la escalera. El viejo se encuentra en este preciso momento en la terraza, con un cigarrillo apagado en la boca porque la pequeña zorra le advirtió que no continuara fumando. El sabor de sus labios le da arcadas, le recuerda al desayuno de su abuela en la maldita ciudad de Ohio. La vieja casi no veía una mierda y a menudo solía repetir: “la sal no sala y el azúcar no endulza”. El viejo está allí arriba, escondido como una cucaracha, pegado a la pared, hablando con su pequeña amante de 19 años, planeando qué hará luego de acabar con la vida de tu madre, de tu pequeña hermana y de la tuya.
No hay mucho más que decir, muchacho. Respira profundo y resuelve esta maldita incógnita… con una llamarada de fuego de esa estupenda escopeta, munición gruesa si las hay. Oye, con esa misma arma el viejo amenazó a los MacArthur, ¿lo recuerdas?
¡Claro que sí! El viejo John MacArthur era otro miserable como tu padre. Le gustaba azotar a su mujer e insultar a sus hijos, insuflando temor a tal punto de despersonalizarlos por completo. Solían abusar de ellos en las aulas del The Charles School, ¿lo recuerdas? Eran la risa, la burla, el hazmerreír de toda aquella repugnante institución. Esa rata asquerosa no se guardaba nada, oh sí, pero frente a las visitas y extraños se comportaba como el padre ideal, como la última Coca-Cola del desierto. ¡Basura!
Hasta que un día su pequeño hijo Billy se cansó de toda aquella brutalidad paterna y decidió ponerle fin a su patética vida de actor, enviándolo al escenario del infierno a realizar su mejor papel (Yorick). Justo una bala en su ojo izquierdo, ¡vaya que el bastardo lo hizo!
No lo pensó dos veces, no permitió que la voz de su conciencia le dijera: “No lo hagas, es tu padre”. Jajaja, el pequeño valiente le dio de beber de su propia medicina.
“Oh, qué introducción tan sanguinaria y ordinaria”. ¿Este tipo de señal están enviando a nuestros hijos? ¡Claro que sí, maldito bastardo! Estamos enseñando a tu hijo a comprender la naturaleza humana en todos sus matices, a defenderse de un infeliz que iba a terminar con todo, solo porque el muy ignorante se enamoró de una joven 30 años menor que él, justo en la recta final de su vida…
Pero como soy un hombre bueno y me gusta sorprender a las personas con un golpe, para luego adentrarlas en la vorágine de las emociones sin que se percaten de eso, voy a relatar esta historia de una manera sencilla, urbana y muy consciente de que estás allí sentado observando qué es lo que tiene para ofrecer esta narrativa escalofriante que, según tu primera impresión, debería ser censurada antes de salir al mercado, solo por considerarla altamente peligrosa para las nuevas generaciones de humanos en América.
Oye, no estoy haciendo apología a la muerte, claro que no. Solo estoy relatando una historia que intuyo trascenderá los límites de tu realidad y te sumergirá ferozmente en los abismos de tu conciencia, para que lentamente te transformes en la pequeña bestia que yace dormida en tu corazón y, de una manera discreta, acabes con todo lo que se encuentra a tu alrededor… mucho antes de que ellos puedan intuir qué carajos sucedió con sus vidas.
Estaba oscureciendo y yo retornaba del colegio, luego de haber pasado algunas horas en la casa de Adan Simmons un nerd que me ayudaba con aritmética, no era mi amigo, pero lo consideraba como tal, ya que, a decir verdad, el tipo era mucho más que un simple mentor de matemáticas.
Era un buen tipo, algo solitario con un aspecto patético, típico de los nerds de los años 80, los pantalones por arriba de la cintura, lentes grandes, mirada desafiante pero tranquila, provenía de una familia clásica un padre hostigador que nunca estaba en casa, debido a la demanda laboral en el ámbito del mercado del azúcar, una madre sobre protectora que desempeñaba labores de ama de casa y una pequeña hermana de 10 años, que siempre se encontraba en algún lugar de la casa con su dispositivo celular interactuando en las redes sociales como si fuera una adolescente, agitando las aguas en la basura de Facebook para que colgaran a Donald Trump en el mástil más alto del condado luego de asegurar que los residentes de Ohio se están comiendo a los perros, ese viejo se pasa de estúpido y demente, como sea, no es que este en contra de la evolución de la conciencia en las personas, pero creo que esa red social no era necesariamente una buena influencia en la vida de una niña de diez años.
Con Adam olíamos platicar luego de clases y muchas de esas conversaciones me dejaron sin palabras, el tipo era extremadamente inteligente y no solo para los números, hablo de aspectos relacionados a la vida, el infeliz sabia de todo un poco.
De deportes, de historia, de política de religión, de lo que se te ocurra…pero, aunque sabía mucho de todo, había algo por lo que yo podía alardear frente a él y esa sí que no podía refutarla con ninguno de sus conocimientos, Adam nunca se había enamorado, bueno, mejor dicho, nunca había llegado si quiera a primera base, ¿lo entienden? Está a punto de recibirse de preparatoria y ni siquiera sabía lo que producía besar a una chica en la termostática del cuerpo de un muchacho, “vaya que te lo pierdes” solía decirle yo, cada vez que nuestras conversaciones terminaban en aquellas descripciones sexuales.
A Adam solía descocarlo completamente cuando yo describía con lujo de detalles como deslizaba mi pene sobre la vagina de Agatha …jejeje ¿eso si te gusta maldito bastardo?
Entonces el se sonrojaba u trataba de explicar, no se que cosa, pero lo cierto es que se ponía nervioso y luego cambiaba de tema, pero no era ningún estúpido, el tipo conocía muy bien la naturaleza de ser hombre, sabía muy bien como calmar una buena erección antes de salir de casa, como mirar sin tener que mirar aquellos traseros hermosos de las estudiantes que se producían muy bien antes de llegar a clases, hablamos de cosas puntuales en un muchacho joven con las hormonas “cargadas de adrenalina y semen.”
Ustedes saben, no todo era estudiar y estudiar, también teníamos nuestras retoricas charlas sexuales, mezcladas con mucha ingenuidad, solíamos describir como se vería cada alumno de nuestra clase en un acto sexual con la señora Goodman, 130 kilos de profesora tendida en una gran cama sucia, vestida de enfermera o de luchadora, esperando a por algún alfeñique de 60 kilos para romperlo todo, podíamos recrear sensaciones viles, escenas porno mezcladas con todo eso que llevan los hombres en su imaginación.
Así pasábamos los días, mis amigos y los fines de semana, me olvidaba de el y recurría a mis amigos, a los de siempre, a aquellos que conocía desde pequeño, muchos de ellos lindantes a mi casa, familias como la mía, disfuncionales, toxicas, corrosivas, discordantes, agresivas, y a veces, solo a veces…comprensivas.
¡Oye pertenecemos a l setenta por ciento de la sociedad americana! Aquí no exprimimos naranjas, simplemente las pelamos y luego las metemos a boca, para despedazarla con los dientes ye escupir sus semillas en el suelo, es mas fácil, aunque, a decir verdad, luego de verificar el estado de salud psicológica de las familias como Adam, me causaba una extraña sensación mirar a mi alrededor en mi casa y percibir a grandes rasgos que nada era igual y que todo se veía diferente.
Mi padre era un viejo raro, trabajador, pero raro, nunca tuvo tiempo para su esposa ni para sus hijos, siempre fuimos aquella cosa por la que debía trabajar constantemente día u noche, sacrificio con recompensa material, nada de hipotecas atrasadas, pero…
Eso fue un precio que debió pagar no solo en su relación matrimonial, que ha decir verdad nunca comprendí ¿cómo mamá soporto tanta soledad de su parte? …”consigue el libro”
“Fakebook apología a la muerte” fue publicada el 8 de Julio del 2024 por la editorial Vibras y está disponible en una variedad de formatos para satisfacer las preferencias de todos los lectores, incluyendo E-book, audio y papel de 288 paginas, La novela ha trascendido fronteras, con traducciones a 25 idiomas, lo que refleja su alcance global y permite a una audiencia internacional experimentar este viaje a través del terror psicológico de la mano de Martina olivera y Marcos orowitz”