Enrique Henríquez Alfau fue un poeta dominicano. Nació el 30 de noviembre de 1859 y falleció el 5 de junio de 1940 en Santo Domingo (República Dominicana) a la edad de 81 años. Sus padres fueron Ildefonso Henríquez y Carvajal y Belén Alfau.
Contrajo matrimonio en 1885 con Lea de Castro, con quien procreó al escritor Enrique Apolinar Henríquez y al poeta, perteneciente al movimiento de La Poesía Sorprendida, Rafael Américo Henríquez, entre otros hijos. Después de una larga viudez contrae segundas nupcias con María Olivette Calero.
Licenciado en leyes, ejerció durante largo tiempo la abogacía en su ciudad natal, cosechando grandes éxitos.
A través de su larga vida ocupó cargos importantes dentro de los gobiernos de Alejandro Woss y Gil y Ulises Heureaux.
En 1885 se inicia a la vida política como secretario del Presidente Alejandro Woss y Gil. Ocupó, luego, entre otros cargos de menos significación, el de diputado y el de cónsul de la República en la ciudad de Nueva York. Fue uno de los más cercanos colaboradores de Ulises Heureaux, y desempeñó, durante las últimas administraciones del famoso dictador dominicano, el cargo de Secretario de Estado de Relaciones Exteriores (1893-1899). Aceptó por un corto período la presidencia del Ayuntamiento en 1933.
Publicó sus primeras poesías en Auras del Ozama y en el periódico El Teléfono. Su producción poética, dispersa en numerosas publicaciones nacionales y extranjeras, principalmente en La Cuna de América y en la "Revista Científica, Literaria y de Conocimientos útiles" (1883-1884), fue coleccionada en 1939 bajo el título de "Nocturnos y otros poemas (prólogo de Andrés Julio Aybar Delgado e introducción de Enrique Apolinar Henríquez). Considerado en todo momento por sus conciudadanos como una figura patriarcal.
Biografía[]
Gran señor en la vida, tiene una poética de gran señor enamorado. En su verso, altivo, sonoro, aparece en cierto modo la arrogancia del verso de Deligne, aunque los modos y motivos de su canto son completamente dispares, pues la poesía de Enrique Henríquez, ditirámbica y caballeresca, es una constante pleitesía al Amor y a la Dama, aunque aletea en ellos, a ratos, la Patria, otra forma de amar de su noble corazón generoso. Los versos están tallados en piedra viva. Representan la expresión hidalga de un soñador que, de no haber amado a la mujer, hubiese sido místico, pero, a la manera de Ignacio de Loyola. Hacia el 1931 se inició un movimiento de intelectuales para proclamarlo el Príncipe de los Poetas Nacionales, sin que al fin se llevase a cabo la idea de coronarlo en el Ateneo con el laurel clásico, en parte porque el propio poeta no aceptó la hermosa idea de sus amigos y admiradores. Tiene un solo volumen publicado, ya en el ocaso de su vida, que contiene todos los poemas escritos en sus ochenta años, porque, desgraciadamente, no fue muy fecundo.
Obras poéticas (1859-1940):[]
- A través de las sombras de la noche
- El ánjelus
- La canción del avaro
- La escena del Café Martín
- Lejanía
- Never more
- Sutilezas e inexactitudes de D. Hipólito Billini (1901)
- Nocturnos y otros poemas (1939).
- Miserere.
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