
El imperio de las mareas es una novela escrita por Luis Hernán Castañeda.
Argumento[]
No existe arena en la Urna del futuro. Tampoco las fronteras establecidas entre el mar y la ciudad. De nuestra capital solo queda el fango y moradores resistentes. Algo ha tenido que ver el derretimiento de Groenlandia para que de la costa inundada solo se conserve el promontorio donde Luis Hernán Castañeda construye "El imperio de las mareas", su más reciente novela. Una pareja, de borrados orígenes, es la propietaria de un afrancesado hotel-spa, al cual buscan siempre devolver su esplendor perdido. Gregor, el hijo, prefiere responder al nombre de Sakana, más afín a la identidad nipona que ha inventado para sí.
En este mundo anegado, el joven protagonista sorprende por su naturaleza anfibia. Su misterioso origen, que al inicio parece responder a la evolución natural, nos ofrece pistas también de un origen mutante, producto del mestizaje entre dos mundos. Preguntándose siempre qué hacen esas branquias adosadas a su cuello, Sakana es una curiosa criatura de pantano, cuya identidad (tanto cultural como genética) es incapaz de resolver. Será Mayu, periodista de investigación y japonesa de cuarta generación, quien aparezca para apoyarlo en la búsqueda de respuestas y, con ello, desestabilizar el orden en el hotel flotante.
Más allá de "Mañana, las ratas" (1984), clásico futurista de José Adolph, ningún otro relato distópico ha demolido Lima de una forma tan detallada y verosímil. Pero el cambio climático no solo destruye la memoria de una ciudad, sino que disuelve las identidades de un sobreviviente mutante. El mismo relato revela la misma genética mutada: Sakana es hijo, pero también empleado servil de una oligarquía paterna. En doble condición de siervo y de rebelde, Sakana se revela en permanente desdoblamiento.
De profundo sentido alegórico, "El imperio de las mareas" es una de las más radicales reflexiones sobre la identidad mestiza, lavada, erosionada, pero jamás disuelta. Decadente, exótica, excéntrica y catastrófica, la ciudad a la deriva y los habitantes imaginados por Castañeda podrían ubicarse en las antípodas de la utópica Atlántida.
Bisomosteca, 2 de noviembre del 2019.
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