
Los diamantes son eternos es la cuarta novela de la serie de James Bond de Ian Fleming. Fue publicada primeramente por Jonathan Cape en el Reino Unido el 26 de marzo de 1956.
Argumento[]
La historia se centra en James Bond como agente del servicio secreto británico, la investigación de una misteriosa operación de contrabando de diamantes, una red que comienza en las minas de diamantes en el desierto de Guinea francesa, que se encuentran cerca de la frontera entre Sierra Leona y Liberia, se origina la forma de contrabando de los diamantes robados y termina en Las Vegas. El jefe de los servicios secretos británico, sir Miles Messervy que utilizaba la inicial "M" como su nombre clave, está preocupado por el giro de divisas hacia el exterior y para el lavado de dinero que el tráfico de diamantes alimenta a la guerra: con el dinero se compran armas, se pagan mercenarios y se corrompen gobiernos, en tanto las consecuencias las pagan las poblaciones con sufrimiento y pobreza sistemática. En Saratoga encuentra a su viejo amigo Félix Leiter, un ex agente de la CIA que trabaja en la Agencia Nacional de Detectives Pinkerton como un detective privado. Con su ayuda, la pista conduce al casino de Las Vegas. A lo largo de la historia, Bond se encuentra una de los miembros de la red de contrabando, Tiffany Case.
Gran parte de la investigación realizada para este libro, también fue utilizado por Fleming para el libro de no ficción "The Diamond Smugglers", que fue publicado en 1957.
