
Bernardo Neri Farina es un periodista, escritor, cuentista, novelista, presidente de la Sociedad de Escritores del Paraguay. Nació el 21 de agosto de 1951 en Asunción (Paraguay). Es también guionista de programas de televisión, participando actualmente como jurado en el programa televisivo "El saber va contigo".
Estudió en el Colegio Monseñor Lasagna y por 3 años siguió la carrera de Periodismo en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción.
Autor de El último supremo, las crónicas de Alfredo Stroessner (2003), Los pecadores del Vaticano (2006), José Bozzano y la Guerra del Material (2011), Heriberto Herrera (2013), Empresas y Empresarios (2013), Fuego Pálido (2014), Crónicas de la Primera República, entre otros.
Biografía[]
Nació el 21 de agosto de 1951 en Asunción, barrio Sajonia, solía pensar que jamás podría salir de ese barrio. Sin embargo, actualmente reside en el Barrio Mburucuya de la ciudad de Asunción.
Amado Neri Farina y Benita Ramírez de Farina, fueron sus padres. Ambos ya fallecidos.
Bernardo se casó con Pilar Álvarez el 12 de octubre de 1977, hace 40 años; únicos aún casados en su círculo de amigos. Tienen tres hijos, un varón y dos mujeres. Seis nietos, dos varones y cuatro mujeres, que son el centro de sus vidas.
De niño, recuerda, fue un lector muy hábil; el único que leía en su pandilla. Doña María Victoria Monges, su abuela paterna, tenía una biblioteca muy bien surtida. Algo muy extraño para la época y en aquél barrio. A los 8 años lee su primer libro grande Tarzán de los monos de Edgar Rice Burroughs, convirtiéndose en su libro más querido.
Tan importante fue este libro, que se lo regaló a una amiga, su vecina, de la cual se enamoró. Pronto ella partió a Buenos Aires y Bernardo quedó decepcionado al enterarse de que ella no había llevado dicho libro.
Luego a los 15 años leyó Don Quijote de la Mancha, Los miserables. Y así nació su afición por leer que luego lo llevó a escribir. Sin embargo, en la escuela detestaba Gramática, tenía buenas notas simplemente por sus hábitos de lectura.
Comenzó a cantar alrededor del año 69. En la Iglesia Cristo Rey se comenzó a realizar la misa rock; como una forma de protesta al gobierno, con letras muy jugadas. Con unos amigos, incluido Mario Casartelli, llevan ese estilo a la Iglesia San Antonio de Padua, donde era parroquiano, aunque no muy creyente. No duró mucho pues el sacerdote consideraba que la gran cantidad de gente que asistía, lo hacía por ellos y no por la misa misma.
Luego comenzó a cantar con un grupo de Luque, con Luis Álvarez. En los años 80 termina su carrera de músico, pues ya le desagrada toda la música comercial que comenzaba a instalarse.
Estudió en el Colegio Monseñor Lasagna, de la Obra Salesiana; influenciado por los profesores, en su mayoría españoles, de gran formación intelectual. Tuvo el sueño de ser médico, fracasando en los dos exámenes de ingreso que probó. Un día, una amiga le comenta para inscribirse en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción en la carrera de Periodismo. Acepta, ya que le quedaba a unas tres cuadras de su casa. Comienza sus estudios y los sigue por unos tres años, luego se pelea con un profesor y nunca más vuelve. Aun así, por trayectoria enseña actualmente en la Universidad del Norte.
Comienza a trabajar en el diario Hoy como periodista. Considera su trabajo como periodista, en la época Stronista, muy divertido pues tenían que buscar, con un juego de dialectos, la forma ingeniosa de decir las cosas sin que muchos lo entiendan para poder zafar de la persecución.
Recién mucho después comienza a escribir. Un día su hija le pide ayuda para realizar una tarea sobre la dictadura Stroessner y se da cuenta de que no había bibliografía donde acudir, ninguna historia global sobre el Stroessnismo. No encuentra el libro que quiere, por lo tanto él lo escribe.
Anteriormente como periodista, Alfredo Stroessner le causaba gran curiosidad, quería saber de él; por tanto empezó a investigar sobre él. En 1999 empieza a redactar el libro, sin embargo mucho antes, como buen periodista, ya tenía una recopilación bastante grande sobre Stroessner. En 2001 le cuenta a Pablo Burian, director de la editorial El Lector, que tiene un libro sobre Stroessner. Sin embargo, sigue escribiendo por dos años más, teniendo presente la frase de Eligio Ayala “Yo no escribo para enseñar sino escribo para aprender”.
Entonces en 2003, a los 52 años, lanza con la Editorial El Lector su primer libro El último Supremo: Las crónicas de Alfredo Stroessner, convirtiéndose en Best-seller. Se venden dos ediciones de 2000 ejemplares cada una. Con este libro ganó la distinción Revelación Cultural del Año, otorgada por Cablevisión Comunicaciones (CVC). Dicho libro es hoy fuente de consulta para historiadores, politólogos y figura en catálogos bibliográficos de varias universidades del mundo.
Comenta que El último Supremo, está pensado para los jóvenes, las generaciones nuevas que no vivieron la dictadura.
En el 2006 publicó su primer libro de cuentos: Los pecadores de Vaticano, ganador del segundo premio en el concurso del Club Centenario. Estas fueron historias que le sobraron del libro anterior, hechos que conoció en la época Stroessnista, convirtiéndolos en cuentos. Lleva este nombre peculiar por un burdelito llamado Vaticano, ubicado detrás del cine Roma, siendo allí donde suceden los hechos.
Luego escribe sus dos novelas que son las más queridas pues él siempre se sintió un narrador-novelista. En 2010 publica El siglo perdido, participando del concurso más grande de novelas en Paraguay; Premio Lidia Guanes, organizado por la Fundación Lidia Guanes, el Holding de Radio y Servilibro. No ganó dicho concurso, de todos modos el jurado pidió a Servilibro que publicara el libro. En 2012 El siglo perdido fue distinguido con la mención honorífica en el Premio Municipal de Literatura.
En 2014 se cumple los deseos de Neri Farina al ganar la cuarta edición del Premio Lidia Guanes, lo hace con su última novela Fuego Pálido. Recibe 5.000 euros y un viaje a España y Portugal para presentar el libro.
Luego realiza muchos trabajos como Ghostwriter, escribiendo libros para otros. Cuenta que recibe mucho más dinero por estos trabajos que por los libros publicados con su firma; cuenta que en Paraguay no se da el caso de que los escritores puedan vivir de su novela.
Se dedica a realizar talleres de redacción en la Universidad Iberoamericana y a la docencia en la carrera de Periodismo de la Universidad del Norte, una actividad que no le gustaba pero ahora lo entusiasma por el feedback que recibe de los jóvenes. Es también guionista de programas de televisión, participando actualmente como jurado en el programa televisivo El saber va contigo; lo considera muy gratificante al contribuir a crear cierta conciencia en los chicos, de que hay necesidad de aprender.
Neri Farina posee una de las bibliotecas privadas más grandes del país con unos 6.000 volúmenes; contrario a sociedad paraguaya no acostumbrada a leer, ocasionando un déficit de comunicación. Bernardo encontró en la lectura la tolerancia, entender a los demás, ser empático; viviendo el mundo de cada personaje, como escritor y lector.
Bibliografía[]
Actualmente tiene 18 libros publicados, entre ellos:
- El último supremo, las crónicas de Alfredo Stroessner. (2003)
- Los pecadores del Vaticano. (Colección de cuentos, 2006)
- Pecados Capitales. Ramiro Domínguez, Renée Ferrer de Arréllaga, Alcibiades González Delvalle, Pepa Kostianovsky, Francisco Pérez-Maricevich, Helio Vera y Bernardo Neri Farina. (Cuentos colectivos, 2006)
- Los dilemas de Fernando Lugo. (Colaboración, 2008)
- El cuarto balazo. (Cuentos, 2009)
- El Siglo Perdido. (Novela, 2010)
- José Bozzano y la Guerra del Material. (Biografía, 2011)
- Heriberto Herrera. (Biografía, 2013)
- Empresas y Empresarios. (2013)
- Fuego Pálido. (Novela, 2014)
- Crónicas de la Primera República.
- 628 Notables Inmigrantes. (con Álvaro Ayala, 2015)
Distinciones[]
- Revelación Cultural del año.
- Concurso del Club Centerario.
- Premio Municipal de Literatura 2012.
- Premio "Elena Ammatuna" de cuento corto.
- Premio Lidia Guanes 2014.