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Fecha de nacimiento: | 9 de enero de 1972 Asunción - Paraguay, América del Sur | |
Educación: | Autodidacta. | |
Datos históricos: | Golpe de estado en Paraguay (1989) Marzo Paraguayo (1999) | |
Obras importantes: |
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Alejandro Herrnsdorf (Rafael Alejandro Herrnsdorf, *Asunción, 9 de enero de 1972), poeta y autor paraguayo, retoma un tópico interesante pero poco explotado en la literatura paraguaya al publicar su primer libro dentro del espíritu de la ciencia ficción. Su Manual de los viajes en el tiempo presenta de nuevo la conocida ruptura en el cosmos pero sin el fatalismo (ni la profundidad) de H. G. Wells. Cthulliano, se define a sí mismo, pero sin la desesperanza, casi un eje temático en el Círculo Lovecraftiano.
Su obra[]
Cuentos[]
Sci-fi I: Viaje usted en el tiempo[]
El Manual de los viajes en el tiempo es una selección de cuentos cortos de literatura fantástica, con fuerte influencia en el horror de Howard Philippe Lovecraft y su Círculo, y Ray Bradbury e Isaac Asimov en lo fantástico. Continúa una línea iniciada en Paraguay por Manuel Argüello y ampliada por Osvaldo González Real, considerado el verdadero creador de la ciencia ficción en Paraguay.
De él dice José Vicente Peiró en el prólogo de El manual: Estamos ante un autor que permite pensar en que este subgénero sigue vivo y evolucionando en Paraguay (...) Herrnsdorf lleva al misterio a terrenos incomprensibles, lo cual le da un carácter propio a su obra.
La Piedra Negra es un cuento influenciado por Clark Ashton Smith, y su Zothique.
Sci-fi II: Cuentos extraños[]
De este volúmen de cuentos (en imprenta), dice el autor: No sé cómo clasificarlos. Son por supuesto, como los del Manual, producto de mis pesadillas y de mis sueños despiertos, pero en esta obra no hay un factor común, como el viaje en el tiempo. Mi imaginación se me desboca y me propone situaciones inverosímiles que en algún momento, si llegan a redundantes, podrán ser clasificadas, con los que tendrían un lugar propio. Mientras tanto, los he acumulado aquí, en este volúmen que quiere ser un homenaje a aquella publicación que albergó los primeros pinitos de mis maestros, la Weird Tales.
Poemas[]
Como a cualquiera, la poesía se me despertó con la adolescencia. También como todos intenté empezar por los temas más grandes, por más trillados: la vida, el amor, la gloria. Después, quiero pensar que con la madurez, pero temo deber resignarme con la incapacidad, debí de tocar los temas más "terráqueos": la madre, el agua, el pan, el dolor cotidiano... el amor. Debo confesar que en algún momento pensé desprenderme de la poesía y volcarme meramente a la prosa, pero aquella me ha perseguido desde entonces. Creo que definitivamente soy más poeta que cuentero, pero por una necesidad interna más que por talento.
Veintecincuentaveinte - Pictopoemas[]
Incursiona en el género dadá con Veintecincuentaveinte - Pictopoemas, donde homenajea a veinte artistas plásticos paraguayos. En el mismo, de Keka Zaldívar dice:
“ | Desanuda la desnuda Arcilla ancilla Del hombre hambriento De Ser sediento. |
” |
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El cristianismo, aspecto de su vida del cual él es renuente a hablar, pervade su obra con elementos de la fe católica. En su poema sobre Hermann Guiggiari se observa esto menos sutilmente que en el anterior:
“ | Et Verbo habitabit in nobis Puja el metal Pujan las manos sobre el metal para que para Puja al Cristo el metal Pujan las manos al Cristo sobre el metal para que para el metal al Cristo de metal Y nazca de nuevo Cristo En Navidad. |
” |
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Poemas en soledad[]
Este poemario agrupa todos los poemas de este autor, salvo los incluidos en el volumen anteriormente citado. También el aspecto cristiano se encuentra aquí:
“ | María adolescente lleva un niño en su vientre. Sonriendo en silencio ella calla su secreto. Nazareth -pueblo chico- lo susurra a los gritos. Y los gritos enardecen los dolores de José. María calla. Atardece en Nazareth. |
” |
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Sin embargo, algún evento -quizás la muerte de su padre, o lo que él llama el duro despertar al desamor- tuerce lo naif de esta tendencia hacia otros territorios del mismo ámbito, de una manera quizás más oscura, con la resignación y el dolor como leit motiv:
“ | Por lo lejos que estás allá en Tu Cielo Por lo santo intentendible de Tu Nombre Por el Reino esperado y no venido. Por la dura Voluntad con que nos riges que se hace así como en el Cielo, en la dura tierra que nos diste. Por el frío pan de cada día Por la ofensa alevosa y despiadada por la deuda humillante y hasta impía Por la tentación, tan buscada y festejada con pretextos imposibles de negar |
” |
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Y también:
“ | La niña busca -su mano busca- El cabello que se cortó Y no lo encuentra. El pecho que se cortó y no lo encuentra. La mano que busca la otra mano. Y no la encuentra. Es difícil acostumbrarse a tu ausencia. |
” |
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También -siempre atento a sus percepciones en nuevos lugares- evoca sus sensaciones y las imprime en imágenes sensoriales muy especiales, como este discreto homenaje a Montevideo:
“ | Aquí camino despacio porque nadie me espera. Mis pies saborean la calle mientras intento guardarme las voces y los aromas que mañana olvidaría. Recibo el cortés y silencioso saludo transeúnte. Y el vino me llama jovial desde la copa amiga. El viento intenta hacerme olvidar de mis atardeceres mientras mi hálito deja nubes de mí en la calleja. Camino despacio y me siento en la vereda. Porque en Montevideo nadie me espera. |
” |
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Yo he amado mucho, pero a la vez he sido exigente con el amor, manifiesta. Uno de sus ejes:
“ | Una rosa -tan poco y tanto- apoyada en tu pecho. El caracol de tu oído retratado en el viento y el rocío caído en el cendal de tu pelo. Una rosa: jirón del retrato de mi mundo perfecto. Una rosa y vos: Allí comienza el cielo. |
” |
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Actualmente forma parte, con otros escritores de su generación, del grupo que rodea a Osvaldo González Real.
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